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miércoles, 4 de mayo de 2011

II y I milenio a.c ; Resurgimiento Sumerio,Periodo Neobabilónico, Imperio Asirio y los pueblos:Casitas, Hititas y Hebreo

Renacimiento sumerio.(periodo 2.155-2.004 ac)

El periodo dinástico es una especie de resurgimiento o resurrección de las cuidades sumerias tras el hundimiento del imperio acadio.

Se conoce esta época como "Renacimiento Sumerio" por recuperar el país Sumer y los sumerios (y sus antiguas ciudades) la supremacía política tras la época anterior.



Comprende dos etapas que tienen lugar en dos ciudades diferentes:


=> La obra de la II Dinastía de la ciudad de Lagash 

=> El apogeo de la ciudad de Ur, en el Éufrates, al sur de Lagash y su III Dinastía 


A finales del III Milenio, además del Renacimiento sumerio, hay otra etapa: el predominio de las ciudades de Isin y Larsa en la Baja Mesopotamia, mientras que en la Alta Mesopotamia y Siria se produce el apogeo de Ebla y Mari, etapas que se dividen en otros periodos.

Al desaparecer los últimos reyes de Akkad, reinaba en Lagash el rey Ur - Baba o Ur - Ban, al que sucedieron sus tres yernos (de los que el último fue Gudea, segun las listas sumerias  5 fueron los sucesores).

Estos fueron los reyes que marcaron el apogeo de Lagash.Fueron contemporáneos de los últimos reyes Guti o Qutu, y no sería extraño que ellos fuesen qutu, aunque son considerados sucesores de los sumerios por su cultura y de los reyes de Akkad, políticamente.

Lagash tuvo, como ciudades importantes, la propia capital, Lagash, Girsu, capital religiosa y a veces política y Nina - Sirara.

Lagash fue una de las ciudades más antiguas de Sumer Sus restos conforman una baja y larga línea de montículos de ruinas, conocida ahora como Tell al-Hiba en Iraq, al noroeste de la unión  en la unión en le desembocadura de los ríos  Éufrates  Tigris y al este de Uruk. Está situada en el cauce de un antiguo canal, unos 5 kilómetros al este de Shatt-el-Haj y a poco menos de 16 kilómetros al norte de la actual

Sus gobernantes ostentaron los títulos de lugal y ensi, rigiendo a sus súbditos al principio desde Lagash y poco después desde la ciudad sagrada de Girsu.


Todas las ciudades importantes de Lagash contaron con complejos religiosos dedicados a diferentes dioses locales y nacionales, cuya cabeza en el panteón la ocupaba el dios titular de Girsu, llamado Ningirsu.
Entre las Ciudades - estado están las de Kish con cuatro dinastías; Uruk con cinco; Ur con tres; y Lagash con dos dinastías.
Ruinas de Lagash
Cimientos de Kish excavados por la expedición del Field Museum de Oxford en 1929.


Lugalzagesi de Umma (Lugalzagesi conseguirá unificar por primera vez el país de Sumer y establecer un imperio al conquistar las ciudades de Lagash, tras deponer a Urukagina, Ur, Uruk, Kish y Nippur, alcanzando las orillas del Mediterráneo. Tras veinticinco años de próspero reinado, Sargón de Akkad derrotaba a Lugalzagesi y conseguía poner fin a la supremacía de los sumerios en Mesopotamia)
 había puesto fin a la floreciente I Dinastía de Lagash (dos siglos antes que Gudea). Este rey era uno de los prototipos de rey guerrero sumerio, y destrozó la ciudad lagashita, y causó destrozos en todo el Estado.

Durante la hegemonía de la Dinastía de Akkad, Lagash pudo resurgir poco a poco de sus cenizas, viviendo prácticamente en un segundo plano.
En un momento que se puede fijar hacia el año 2.156 a.C. el rey Urbaba (gobernó entre 2164 a. C. y 2144 a. C.), considerado por algunos autores como el verdadero fundador de la II Dinastía de Lagash, lograba que esta ciudad alcanzase una enrome importancia económica y cultural en todo Sumer.  fue el primero de los monarcas que ejerció la hegemonía; su hija Enanepeda fue nombrada sacerdotisa de la diosa Nannar en Ur, lo que puede indicar que dominaba en esta ciudad. Durante el reinado de Gudea, consta el dominio de Lagash sobreNippur, Adab, Uruk y Badtibira.


Pese a que durante su reinado, Lagash realizó una expedición de conquista sobre Elam
Al rey Urbaba le sucedieron cinco reyes más (según las Listas reales sumerias , escritas en prismas de barro), quienes gobernaron aproximadamente durante casi medio siglo.
Esta Dinastía no logró sobrevivir a los invasores qutu con quienes habían convivido bajo lazos de dependencia política. Estos invasores fueron expulsados (teóricamente, al menos) por el príncipe Utuhegal de la V Dinastía de Uruk.
La expulsión del último rey qutu, Tiriqan, no significó ventajas políticas ni para Lagash, ni para la propia Uruk. Así la ciudad de Ur instauraba su III Dinastía, al tiempo que establecía un verdadero Imperio, cohesionando toda Mesopotamia bajo las directrices de un sólo monarca.



Esquema del Renacimiento Sumerio


Patesi Gudea de Lagash

A Ur-baba le sucede , Gudea fue el más célebre de los príncipes de Lagash. Los soberanos de la ciudad de Lagash, durante el "Renacimiento Sumerio", jamás se atribuyeron el título de rey, sino el de ensi o gobernador. Gudea fue el segundo en la línea sucesoria de la II Dinastía de Lagash.
A pesar de la abundancia de textos en los que Gudea de Lagash aparece, en ninguno de ellos se reflejan datos suficientes para poder reconstruir su biografía.

De sus frases de piedad religiosa hacia la diosa Gatumdu , a quien considera su madre, podemos deducir que ésta habría podido ser una sacerdotisa (nin - dingir) consagrada a esta divinidad.
Gudea fue el más célebre de los príncipes de Lagash. Los soberanos de la ciudad de Lagash, durante el "Renacimiento Sumerio".
Este ensi, que gobernó Lagash durante poco más que quince años, construyó templos y palacios y nos ha dejado una gran serie de retratos suyos. Hoy en día se cuenta con más de 30 estatuas esculpida en roca volcánica: diorita azul o dolerita negra. Aparece vestido siempre como monje, con túnica, hombros descubiertos y la manos juntas en actitud de oración. Producen una impresión de serena majestad y de intenso fervor religioso. En la época de Gudea, la ciudad de Lagashdisfrutó de los beneficios de la paz y de una extraordinaria prosperidad. Patesi era un rey sacerdote que gobernaba una ciudad-estado.

Su máxima obra fue la construcción del templo de Eninnu, consagrado al dios Ningirsu.

Los Himnos sumerios redactados hacia el año 2.140 a. C. (Himno a la construcción del Templo Eninnu) que narran la construcción del templo Eninnu (que se traduce como “Casa Cincuenta”) por deseo del ensi Gudea de Lagash, como consecuencia de un sueño que tuvo en el que el dios Ningirsu se lo ordenaba. Hoy se cree que en realidad se limitó a reconstruirlo.
Escrito en dos cilindros de arcilla cocida y de estructura hueca, se ha considerado la posibilidad de que hubiese existido un tercer cilindro.

Los Cilindros de Gudea de Lagash


Repasando un poco la vida de Gudea de Lagash, ha caido en mis manos un artículo sobre los cilindros de Gudea y su significado; aquí lo comparto con vosotros.





Los cilindros de Gudea son dos cilindros encargados por Gudea para conmemorar la construcción del templo del dios Ningirsu en Lagash, así como la entrega del templo al dios y a su cónyuge la diosa Bau, a través de un rito el cual los unían en sagrado matrimonio.



El primer cilindro o Cilindro A, habla sobre la construcción del templo, tanto por parte de la divinidad como por la del ensi de Lagash y lo hace de esta manera. 



El dios todopoderoso Enlil, manda a Ningirsu la construcción de un templo en su cuidad, el cual siguiendo las órdenes de Enlil, aparece luego en los sueños de Gudea explicándole su misión e ilustrándole en la construcción del templo y la forma de éste. Debido a que Sumer fue un país desprovisto de materias primas, Gudea, hace traer rocas, madera y metales desde todas las partes del Imperio, alcanzo despues de la construcción de éste, una gloria futura e imperecedera.


"El pastor construye el templo con metal precioso [...] El construye el Eninnu con piedras preciosas... El construye el templo con oro y estaño" (Cilindro A de Gudea"”


CILINDRO B
También dividido en cinco párrafos, este cilindro presenta numerosos pasajes deteriorados. Es de menor extensión que el cilindro A.
En el primer párrafo se alaba el Eninnu y se saluda y se dan oraciones por Gudea.
En el segundo párrafo Gudea alza una plegaria a los dioses Annuna, y otra a Ningirsu y a Baba para que acepten entrar en el templo. Se prepara el regreso de Ningirsu de Eridu, se da licencia a los obreros y se hacen ofrendas. Hay una paz generalizada. Todos estos son preparativos para la entronización de los dioses Ningirsu y Baba en el templo Eninnu.
Tercer párrafo: se produce la entrada de Ningirsu y Baba en el templo, ritos hierogámicos y de prosperidad para Lagash, sacrificios y purificaciones en busca de buenos presagios tras el ingreso de los dioses en el Eninnu.
En el cuarto, se organiza y se dota al Eninnu: el sequito de Ningirsu, la vigilancia de deberes... El templo es aprobado por los dioses que intervinieron en él. Gudea le hace regalos a Ningirsu, se perfecciona el templo y los dioses Ningirsu y Baba se instalan allí. Se produce el simbolismo de vasos y recipientes.
En el quinto y último párrafo del himno, se suaviza la ley durante siete días, Gudea entra en el templo y se explican los beneficios obtenidos por Lagash desde su construcción. Hay un banquete de los dioses y un discurso por su parte, fijándose los destinos para el Eninnu y la bendición de Gudea por los mismos. El templo esta en pleno esplendor y se hace una alabanza a Ningirsu.

Gudea,no destacó como gran guerrero, ya que en sus propias crónicas recogidas en los cilindros de Gudea, que se conservan en elLouvre, únicamente se jacta de sus victorias contra una confederación elamita y de Ashan. Dichos cilindros, sin embargo, le presentan principalmente como buen administrador, como gobernador (por delegación de Dios) y, sobre todo, como constructor. Las excavaciones de Girsu no han podido recuperar los restos de los quince templos que levantó Gudea, según los cilindros anteriores, ya que los arqueólogos se encontraron con un nivel de destrucción en los niveles inferiores de la ciudad, frutode los arreglos palaciegos.

Así, en una inscripción se celebra que consiguió reabrir el comercio «del mar superior al mar inferior» (del Mediterráneo al golfo Pérsico) y se sabe que mantuvo contactos comerciales con las áreas madereras de las actuales Siria y Líbano; con Magan, en el actual Omán, y con el valle del Indo, de donde se obtuvo diorita, cobre y oro.
Todos estos materiales se emplearon en la elaborada escultura característica de este período, de la que destacan las numerosas figuras del monarca. Estas esculturas estaban diseñadas especialmente para decorar los templos, que vivieron importantes reconstrucciones durante el reinado de Gudea. De estas construcciones destacan los templos de Ningirsu (cuyas ruinas se perdieron en las primeras excavaciones) y deNanshe, el cual, según una inscripción, Gudea emprendió tras una aparición divina en sueños. La prosperidad continuó con los reyes Urningirsu y Pirigme
Tampoco tenemos referencias acerca de su padre. El propio Gudea, en una ocasión, se presenta como hijo del dios Ningizzida . También su padre pudo haber sido un clérigo ( sanga) o bien el propio ensí Ur Baba, su antecesor en el trono.
Los textos hacen suponer que su reinado debió durar unos veinte años dedicados en política interior , ante todo, a una labor de reparación y reconstrucción de templos y santuarios, a trabajos de utilidad pública y al embellecimiento de las ciudades de Lagash y Girsu.
Gudea hubo de conseguir productos de las más lejanas tierras, contribuyendo así a facilitar las relaciones comerciales y a atesorar grandes riquezas, consiguiendo excelentes relaciones comerciales.


Además de buen administrador, fue un extraordinario político, que hubo de pactar acuerdos con los qutu; su reinado fue totalmente pacífico, a excepción de una única acción punitiva, que realizó contra sus vecinos de Anshan y Elam.

Gracias a las inscripciones que nos han llegado, nos podemos hacer una idea muy aproximada de la gran actividad económica que emprendió y de las relaciones comerciales que llevó a cabo para la obtención de las diferentes materias primas y productos necesarios para sus amplias empresas constructoras. Así, algunas de las zonas (alguna muy alejada) de las que llegaron a Lagash piedras, metales y maderas fueron:
  •    Zonas de la India, Arabia y golfo de Omán
  •    Zona oriental de Asiria
  •     Éufrates medio 
  •    Éufrates alto (ya en territorio sirio) 
  •    Quizá de Capadocia



ARQUEOLOGÍA

A finales del siglo XIX y principios del XX, se realizaron excavaciones en Lagash por parte de arqueólogos franceses que trabajaban bajo los auspicios del Louvre, y en Nippur por estadounidenses bajo los auspicios de la Universidad de Pennsylvania. Las excavaciones francesas de Lagash se llevaron a cabo desde 1877 a 1900 por Ernest de Sarzec; desde 1903 a 1909 por Gaston Cros; desde 1929 a 1931 por Henri de Genouillac; y desde 1931 a 1933 por André Parrot. La excavaciones de Nippur fueron dirigidas (1889-1900) por John Punnett Peters, John Henry Haynes y Hermann Vollrat Hilprecht. Desde 1948, se llevaron a cabo una serie de investigaciones por parte de arqueólogos que trabajaban bajo los auspicios de la Universidad de Pennsylvania, el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago y las Escuelas Norteamericanas de Investigación Oriental (después de 1957 completamente con la dirección bajo los auspicios del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago). Otras excavaciones se han realizado en Kis, Adab, Erech, Eridu, Eshnunna, Jemdet Nasr, Shuruppak, Tutub, Ur y en el tell de El-Obeid . La ciudad de regadío de Kis, situada a 13 km al este de Babilonia en el río Éufrates, fue una de las más importantes de Sumer. Las intensas excavaciones desde 1922 han descubierto una inestimable colección de objetos de cerámica. Los arqueólogos también han desenterrado los templos de los reyes neobabilonios Nabucodonosor II y Nabonidus (que reinó en 556-539 a.C.) así como el palacio de Sargón en Acad, cuyas ruinas datan desde el III milenio a.C. hasta aproximadamente el año 550 a.C.



Gracias a los textos del propio Gudea, se puede saber el número de edificios restaurados y de nueva construcción, obras realizadas por el rey en alguna de las ciudades de su Estado.

Consolidó las murallas de sus ciudades, y reparó y construyó canales, realizando obras de saneamiento. Especial interés dedicó a las construcciones religiosas: templos como el de Eninnu, del dios Ningirsu; el Etarsisir de la diosa Baba; el templo de la diosa Gatumdu y el Ebagara, de Ningirsu, evidencian su actividad.
Gudea ha sido el rey sumerio del cual nos ha llegado mayor número de estatuas y objetos artísticos, destacando casi siempre todos los ejemplares por su notable calidad plástica, lo que, unido a los materiales en que fueron ejecutados, han demostrado el altísimo nivel cultural y económico que tuvo Lagash a finales del III milenio.
Singular importancia alcanzan sus esculturas, relieves, estatuillas fundacionales, cilindros - sello... El número de estatuas de Gudea asciende a una treintena. Estas estatuas estuvieron destinadas a los templos que había ordenado edificar o restaurar, y fueron dedicadas a diferentes divinidades. También ordenó esculpir siete estelas para ser colocadas en el Eninnu de Girsu. La riqueza artística de la época de Gudea queda completada con infinidad de otros objetos menores, perfectamente trabajados.



"Copa de Gudea"
 Vaso de libación de la II dinastía de Lagash, 2141-2122 a.c. Musée du Louvre


Gudea sosteniendo unos planos
Ladrillo del Destino

Se ha pensado que el "ladrilllo del destino" correspondía a un "ladrillo fundacional". Sin embargo, algunos estudiosos sostienen que se trataba de una pieza distinta, que servía ya sea para señalar el emplazamiento del edificio, ya sea para fijar la función o destinación de la construcción; en este caso, se trataría de un documento administrativo, o religioso-administraivo, algo así como un registro de la propiedad.
No todos los especialistas piensan que se trataba de un ladrillo, sin embrgo. Podía ser una tablilla, es decir una pieza hecha con los mismos materiales (arcilla, paja, agua y eventuales añadidos de materiales simbólicamente significativos para la perdurabilidad -mágica- del objeto) que los ladrillos, moldeada y producida en serie, que servía de soporte para una inscripción que podía ser idéntica a la de un ladrillo fundacional.

Si así fuera, la tablilla del destino evocaría la "tabla de la ley" bíblica -la Biblia es un texto culturalmente mesopotámico-, la cual, según la aguda opinión de Gregorio del Olmo, no consistía en un decreto legal (los "mandamientos"), sino en un plano y unas indicaciones precisas sobre materiales y usos para construir el santuario ambulante (el arca). En este caso, la entrega de una divinidad a un humano de un documento gráfico y textual con todas las indicaciones para una edificación, se asemejaba a la que el propio dios Ningirsu habría proporcionado, en sueños, al rey Gudea, tal como se describe también en la "Autobiografía de Gudea", y se muestra en una célebre estatua sedente del rey con una tablilla sobre sus rodillas, en la que está nítidamente inscrita la planta exacta y a escala del santuario de Ningirsu (tal como se ha podido comprobar en las excavaciones llevadas a cabo en Girsu -o Tello-).

La mayor parte de las efigies de Gudea se encuentran en elMuseo del Louvre, nada menos que once. La tipología expuesta nos presenta a un Gudea de pie o sedente que se ofrece a los dioses con el gesto de entrelazar las manos.  Son también muy conocidas las imágenes que conservan  Museos como el Britishde Londres, el Detroit Institute of Arts y el Metropolitan deNueva York.

Gudea constructor y arquitecto. Se conserva en el Louvre unaestatua acéfala de Gudea como constructor y arquitecto. Este modelo es totalmente novedoso en la iconografía de los soberanos mesopotámicos puesto que se aparta de la representación del rey exclusivamente constructor que llevaba un capacho sobre la cabeza como muestra de su participación activa en los trabajos de construcción.

   Gudea fuente de la vida. Esta figura es un tanto controvertida.
     Según la inscripción la estatua fue hallada por Gudea para el templo de la diosa Geshtinanna o Ningishzida, diosa deultratumba asociada a la serpiente cornuda. Su procedencia no es directamente de la excavación de Girsu, pero la posee el Louvre adquirida en el mercado del arte. Se ha dicho que es una falsificación. está hecha en esteatita, a diferencia de la dura diorita del resto de las estatuas encontradas en la excavación oficial, y el rey aparece con un jarrón del que fluye agua, que en el resto de Mesopotamia sólo llevaban los héroes y los dioses. También se distingue de las otras por el estilo. Pero, en cambio, la inscripción sumeria parece auténtica y sería muy difícil de falsificar.


Gudea de Lagash cambió la manera de representar al soberano 
que venía haciéndose desde el periodo acadio. El monarca ya no
aparece con un dios o como un héroe militar (ver la estela de
Naram-Sim), sino como un buen dirigente de su pueblo siguiendo
los designios divinos y como un hombre piadoso con los dioses 
a los que se ofrece con su actitud y con las inscripciones
en cuneiforme que acompañan todas las representaciones.
A Gudea le sucede Su hijo Ur-Ningirsu, 2121-2118 a.c. reinó cuatro años, prosiguiendo la prosperidad de Lagash, gracias en parte a que los qutu habían sido expulsados del país por el ensi de Uruk, Utukhegal. 

Le sucedió su hijo Pirigme, 2115-2114 a.c. y posteriormente reinó Nammakhani, 2113-2111 a.c. el cual durante su breve reinado conoció la secesión de algunas ciudades que pasaron a depender de Uruk, dentro de ellas Ur, cuyo rey Utukhegal entregó a su general Ur-Nammu. 

Estudio y desarrollo

Los primeros astrónomos y astrólogos fueron los sumerios. Ellos estudiaron y definieron los movimientos de la Luna, inventaron los doce signos del zodíaco y precisaron la duración del año en 365 días y 6 horas, con 12 meses lunares.
Escorpión entre los pueblos mesopotámicos
 Sección de estela
donde vemos al Escorpión,
esta vez representando al
escorpión del lecho
nupcial de la diosa Ishkhara
El Escorpión, o Scorpius, una de las constelaciones más antiguas y conocidas del cielo, por su belleza y por su forma, tan fácil de identificar, acrecienta su visibilidad cuanto más al sur, ya que se encuentra en las zonas australes de la eclíptica. El conocimiento y origen de esta constelación, se pierde en la oscuridad del tiempo, pertenece al Zodíaco, el cual es posible se debiera a los babilónicos (heredado de los sumerios hasta donde se conoce),se encuentra grabado en un monumento datado en el siglo XII a.C.



escribieron tablas
de multiplicar en
tablillas de arcilla 
En matemática, desarrollaron la división sexagésima del círculo y crearon un sistema de pesos y medidas. Inventaron, además, el ladrillo, la irrigación artificial, el arado y la rueda.
La organización política de los sumerios consistía en ciudades-Estados, las más importantes fueron Kish, Ur, Uruk, Umma y Lagash.
Las luchas de estas ciudades por la hegemonía política facilitaron o permitieron que fueran conquistadas por pueblos extranjeros.
Clima
A primer vista, Mesopotamia no parece una buena región agrícola pues su clima es seco y caliente. Sin embargo, cuando llega la época de las lluvias y el hielo se derrite en las lejanas montañas del norte, los ríos Tigris y Éufrates crecen e inundan las llanuras. Las obras de riego y almacenamiento permitieron controlar las inundaciones y establecer una de las zonas de cultivo más grandes y productivas del mundo antiguo.
La civilización de Mesopotamia no fue obra de un solo pueblo. A lo largo de 4 mil años, pueblos de distintos orígenes dominaron la región y fundaron reinos y ciudades deslumbrantes, como Ur en el extremo sur, Babilonia en la parte central y Nínive, la capital de los guerreros asirios, en el extremo norte.
Aprovechamiento de agua
El agua de esos ríos fue aprovechada mediante complicados sistemas de canales, que hicieron posible el cultivo de miles de hectáreas. La alta producción agrícola y la necesidad del trabajo colectivo provocaron una mayor concentración de la población, el aumento de la riqueza y el desarrollo del comercio en gran escala con regiones alejadas. Fue así como algunos grandes aldeas se convirtieron en las primeras ciudades.



Es probable que la más antigua de las ciudades sea Uruk, en el sur de Mesopotamia, pero muy pronto crecieron otras igualmente importantes en las cercanías, y después en otras regiones del mundo que ofrecían condiciones favorables.

Religión
Cuando la historia comienza, la mezcla de semitas y Sumeros se ha efectuado ya hace mucho tiempo; la religión no ha escapado a esa mezcla. No nos encontramos frente a una religión sumera en estado de pureza, sino que impregnada de semitismo. Pero, como tampoco conocemos religión semítica de ese tiempo que esta exenta de influencias, la desintegración de creencias es difícil de realizar. Comparando la religión sumera con países asiáticos poco semitizados (Asia menor por ejemplo) se pueden reconstituir los cultos primitivos de la mesopotamia así como por la investigaciones de las religiones de piases semitas no contaminados de asianismo, (como por ejemplo Arabia). Pueden extraerse los rasgos escenciales de las religiones semiticas.
Los sumeros parecen haber representado a sus dioses, desde el principio, con forma humana; les dieron atributos capaces de reconocer su imagen y hasta llegaron a representarlos únicamente por sus símbolos. La naturaleza exacta de estos dioses se nos revela principalmente en los signos que se les consagran, en los epítetos que acompañan su nombre cuando se les invoca, y en los nombres propios de las personas, que con frecuencia son teoforos, es decir que tienen el nombre de una divinidad en su composición.
Se ve así aparecer entre los sumeros la personalidad de innata, diosa de fertilidad y fecundidad que preside el acrecentamiento de la familia y el ganado; entre sus atributos tiene una especie de vara encorvada, parte constitutiva de las chozas primitivas, que simbolizan las casas y los rediles.
El símbolo del árbol en Babilonia
fue estilizado con el signo de la cruz,
 como la tau de Tamuz
 (Dumuzi sumerio) el dios
 que al renacer adoptaba
 el símbolo vegetal. 
El gran dios lleva en las manos ramas hojosas y floridas, y esta simbolizado por la espiga. Mas adelante, la diosa tomo como atributo al león, el dios al toro, y el dios joven, en quien se reconoce a Tammuz, tiene al caprino. 
En esos momentos se siente la influencia de Siria, cuyas divinidades asianicas “destilan”, por así decir sobre las del sur. Pero las fuerzas fertilizantes están sujetas a elipses; la vegetación muere en invierno para renacer en primavera. Las religiones asianicas han imaginado la muerte del dios de vegetación, seguida de su resurrección después del invierno; y con frecuencia, como en Asia occidental no es el frío sino la sequedad del verano lo que destruye todo el verdor, distinguieron el sol de la mañana y la primavera que calienta la tierra, del sol implacable de medio día, que todo lo que quema y que engendra las epidemias; En la mesopotamia del nergal, el dios de los infiernos y de la peste.
La muerte anual del dios se rememora con mitos y también con fiestas. En mesopotamia, con la de los dioses dumuzi- Tammuz y gizzida, durante las cuales sé vestía de luto y se elevaban lamentaciones litúrgicas; En Siria con las celebres fiestas de Adonis; Entre los hititas, con el mito de telepinu durmiente, despertado por las abejas. La tradición sobrevivió entre los acadios; Marduk, el dios de babilonia se conservo como dios de fertilidad, y uno de sus emblemas es la asada. Cada año el dios desaparece, el pueblo y los sacerdotes se lamentan, y luego todos se regocijan por su regreso, después de lo cual se celebra la unión de Marduk con la diosa de la fecundidad. Los ritos que describen el ceremonial de esta fiesta de año nuevo, llamada akitu, dan la impresión de que tales episodios eran representados a la manera de los “misterios” medievales.
Otra consecuencia de estos cultos es la creencia en la estrecha concordancia entre el cielo y la tierra, y en la influencia de todo acto cumplido por los hombres para provocar su replica en el mundo de los dioses, y viceversa. Por eso se celebraba la unión mística pero también carnal del dios y la diosa, representados sea por sus estaturas, por su cuerpo sacerdotal. Es allí sin duda donde hay que buscar el origen de las prostituciones sagradas; costumbres tan extendidas en la mesopotamia como en Siria y Asia menor.
Las plegarias y los himnos insisten en el carácter vital de las divinidades primitivas; repiten que los dioses presiden la creciente, que mandan en las fuentes, que toda vida emana de ellos. Algunas divinidades secundarias heredan tal o cual de sus caracteres; Tales precisiones, que no hacen sino ocultarnos la idea de lo divino, no deben ocultarnos, sin embargo, un hecho especial: La multiplicidad de las figuras del panteón Sumero, y posteriormente sumerocadio es en parte ilusorio, pues muchas de ellas son solo aspectos, apenas diversos de un mismo principio. Se las puede reducir a una cantidad sensiblemente menor, como los mismos escribas mesopotamicos trataron de hacerlo en sus comentarios, advirtiéndonos que tal dios es en realidad tal otro.
Nos es más difícil percibirlo en la mesopotamia donde los nombres difieren mucho, que en la región de los Hititas, en que abundan las variedades del mismo dios, distinguidas por el nombre de las ciudades que lo honran.
Hubo mas aun. Los semitas se asimilaron el país de Sumer y, con ese respeto instintivo que tienen los poderosos por las instituciones de los vencidos cuando se sienten inferiores a estos, conservaron el Sumero como lengua sagrada y litúrgica; adoptaron sus dioses, cuyos nombres tradujeron, no siempre abandonando el concepto del dios que había vaciado de sus sustancias al designarlo con otro vocablo, con lo cual aumento el numero de divinidades diferentes en apariencia pero semejantes en el fondo.
Entonces, en tiempos de la primera dinastía babilonica, el clero se esforzó por introducir orden en aquel desorden. Clasifico los dioses en una familia, y quedaron como grandes dioses los siguientes: Anu, dios del cielo; enlildel, dios de la tierra; Enki-ea, dios de las aguas, especialmente de las del abismo sobre el cual se creía que flotaba la tierra; Nergal, señor de los infiernos. Seguían los dioses de los astros: sin, la luna; Shamas, el sol; Ishtar, el planeta Venus. Luego en Ninurta, dios de la guerra; Marduk, promovido a la primera jerarquía por los babilonicos, ta como Assur se convirtió en el gran dios de los asirios; Nabu, que presidía las belas letras. No contamos ua cantidad de dioses secundarios provenientes con frecuencia del panteón sumerio, y de genios buenos y malos tenidos con frecuencia coo de origen semidivino.
En todo esto, los principios de fecundidad infertivilidad estarían bastante ausentes si no fuera por Ishtar, que era la misma Innina sumera y a la que ciertos textos dan como esposa de varios dioses y otros como “cortesana de los dioses”; por Marduk, cuyos caracteres agrícolas la aproximan al osiris egipcios, y por dioses como Ningirsu (transformado en niruta), de carácter doble como la misma Ishtar, que era a la vez diosa de la vida y señora de los combates. En esta frondosa complejidad, parece que el culto de los astros, cuyo avance fue tal que todos los dioses quedaron asimilados a estrellas o constelaciones, esa atribuible a los Semitas
Cultura
Originalmente parecería que la sociedad sumeria agrupaba las aldeas y ciudades alrededor de las ciudades mas grandes, para formar ciudades-estado controladas por un consejo de senadores y hombres jóvenes de rango militar bajo el liderazgo de un “señor”, más tarde el lugal, ”hombre principal, Rey”. A la par de tales instituciones, surgió una burocracia del templo y de los sacerdotes, que también poseían propiedades y ocasionalmente dominaba esta sociedad altamente organizada y “democrática”. Se pensaba que el gobierno humano reflejaba en la tierra lo que acontecía en el cielo. El Rey no era sino el viserregente del dios principal de la ciudad quien lo instalaba en el cargo y le exigía que diera cuenta de su mayordomía en el mismo como dispensador de la ley y la justicia. Posteriormente el gobernó a través gobernadores provinciales y mediante ciertas ciudades designadas para controlar la economía en sus relaciones con los nómadas circundantes.
Idioma
Es de carácter aglutinativo, y totalmente diferente de la lengua semita de los babilonios en el norte de Mesopotamia. Este idioma, sin relación conocida con ningún otro, ha sido asignado al grupo inclasificable de lenguas turanias.
Su vocabulario ha sido, sin embargo, descifrado en gran parte mediante los silabarios y listas de nombres. En la actualidad se está preparando un diccionario sumerio, del que ya se ha publicado el primer volumen, editado por Ake W. Sjoberg y Eric Leichty (Universidad de Pennsylvania, 1984).
Los sumerios son la primera civilización conocida en emplear el sistema de escritura cuneiforme, que seria mas adelante adaptado por babilonios y asirios a sus propios idiomas. En lengua sumeria se han descubierto multitud de tabletas, de Erec, Ur y otras ciudades, entre las que se hallan fragmentos de diccionarios bilingües, vocabularios e incluso ejercicios de estudiantes. También se halla entre estos textos el código legislativo mas antiguo, del rey Ur-Nammu, que fue el primer monarca de la tercera dinastía de Ur. También se hallan tabletas con formulas de ungüentos y jarabes para el tratamiento de enfermedades, un almanaque de agricultura y las primeras fábulas conocidas con intervenciones de animales, antiquísimas precursoras de las Esopo.


Hago un pequeño apartado aquí, precisamente en este punto pues creo necesario recordar tambien el admirable  libro que escribio el Dr. Ivar Lissner  “Así vivivieron ellos”  (Editorial Destino. 1981 Barcelonaque me ha fascinado por cualquier punto por el que lo abra, para recitar un párrafo minusculo y a la vez significativo de este  libro:

<< Si no hubiesen existido las civilizaciones del antiguo Oriente, podemos asegurar que no seriamos lo que actualmente somos; y si no las comprendemos, jamas llegaremos a comprendernos a nosotros mismos. Muchos tesoros culturales de los sumerios han llegado hasta nosotros a través de los asirios, babilonios, egipcios, griegos y romanos. Y es gracias a las excavaciones realizadas en el territorio de los dos rios que nos hemos enterado de dònde procede nuestra espiritualidad. Nuestro alfabeto, nuestra religión, nuestro derecho y nuestro arte presuponen una interminable cadena de progresos y adelantos. De Mesopotamia, de los sumerios, procede el origen probablemente decisio de toda la cultura: la escritura.>>

En 1913  Helmolt en su Historia Universal (obra de 9 tomos)  decia <<nada sabemos de los sumerios>> .
Pero en menos de 40 años se realizaron importantes averiguaciones sobre epocas de la historia de la humanidad triplicando el tiempo de nuestros conocimientos historicos.
De las tierras del Tigris y el Eufrates del Irak actual, ha sido arrancado del suelo y de la arena del desierto un mundo fascinante, casi de fábula que habia sido enterrado y olvidado, de un pueblo antiquisimo, cuya historia abarca tal vez un espacio de tiempo equivalente al doble de la correspondiente a la de Occidente desde Jesucristo hasta nuestros dias.
Los contemporáneos de Cristo no se atrevieron a indagar tan lejos en el pasado. Y a en  aquellos tiempos habia quedado Sumer relegado almas profundo olvido. Su recuerdo yacía enterrado en la lejania de los pasado milenios, mientras que las montañas y el polvo del desierto cubrian todo aquello, que en muy remotas edades, habia sido hecho por el hombre..
La cultura de Occidene pasó del Nilo  del pais de los dos rios a Palestina y Grecia, de Grecia a Roma de Roma a España, Francia, Alemania e Inglaterra y de ahí a Norteamerica. Es posible que esta tendencia hacia el occidente ya la tuvieran los sumerios al llegar estos al lugar donde, según parece, estaba situado el paraiso biblico. 

III dinastia de Ur : Ur-nammu

El declive de la dinastía de Lagash coincide con el ascenso de Uruk, a cuyo frente se encuentra el monarca Utuhegal. Al parecer éste forma una coalición de ciudades sumerias para acabar con el predominio guteo: "Enlil el rey de todas las tierras, encargó a Utuhegal, el hombre fuerte, el rey de Uruk, el rey de las cuatro regiones, el rey que no falta a su palabra, la misión de aniquilar el nombre de Gutium... Tiriqan se tendió a los pies de Utuhegal, el rey. Este le paso el pie en la nuca... Restableció la realeza en Súmer". 
En 2120 el rey Utu-Hegal, de la V dinastía de Uruk, logró expulsar a los Guti de Mesopotamia, en coalición con la ciudad de Ur. Uno de los oficiales de Utu-Hegal se rebeló contra él (Urnammu, da un golpe de estado mediante el cual derroca a su antiguo señor y unifica la Baja Mesopotamia )y  se erigió en rey de Ur (iniciando así su III dinastía) con el  nombre de Ur-Nammu.
Seguimos dentro del resurgimiento sumerio, dentro de la etapa Neo-sumeria. El comercio se ha revitalizado y pronto, tras la caida de los Guti, combatirán entre ellas con denuedo en pos de la supremacía.

La III Dinastía de Ur
Ur-Nammu, sucesor político de Utu-hegal, traslado la capitalidad de Uruk a Ur, desde allí emprendió una rápida y efectiva expansión territorial que le llevo a someter una tras otra, todas las ciudades sumerias del país. Cambio del clásico régimen administrativo en Sumer, de las ciudades autónomas regidas por dinastas locales afines a un poder central, por ejemplo Akkad, se pasa a la sumision absoluta. Ahora gobernadores nombrados por el rey de Ur son enviados a administrar las diferentes ciudades mesopotamicas. Se trata de reconducir la situación racionalizando y unificando la gestión administrativa de la economía sumeria. 
Ur-nammu se dio a sí mismo y por primera vez el título de «rey de Sumer y de Acad», si bien no se conocen con precisión los límites de sus dominios. Se han encontrado inscripciones suyas en numerosas ciudades sumerias —Nippur, Lagash, Uruk, Larsa, Eridu y Ur— e incluso en curso alto del río Diyala, pero ninguna en Acad, por lo que es posible que el título fuese más honorífico que real. Durante su reinado se realizaron reformas: se redactó el llamado código de Ur-nammu, se unificó la jurisprudencia, se fijó la equivalencia entre las diferentes monedas existentes, se abrieron canales y se reconstruyeron los templos.

Vista aerea de los restos de UR y su Zigurat
Ur-nammu desea, al mismo tiempo, mostrarse continuador de la tradición sumeria para lo que esgrime un ficticio parentesco con Gilgalmesh, e incluso para demostrar su sintonía con los dioses erige el primer zigurat, torre escalonada en cuya cúspide se alza el santuario del dios principal, en esta ocasión dedicado al dios luna Nannar. Se trata de una construcción imponente, que lleva a sus últimas consecuencias la tendencia al distanciamiento cada vez más acusado entre los dioses y los hombres, propiciado por la elite dominante. Su atrevida arquitectura demuestra que los dioses aceptan a los nuevos dinastas, que confirman de esa manera haber sido elegidos por ellos para dirigir los destinos del nuevo imperio restaurado. 
Este imperio presenta algunas novedades desde el punto de vista administrativo pues, siguiendo la tendencia inaugurada por Sargón, al frente de las ciudades se colocan funcionarios (ensi), que sustituyen definitivamente a los dinastas locales, y junto a ellos aparece un gobernador militar (shagin); así se configuran formalmente las provincias que generan un sistema burocrático mucho más complejo, frente a los imperios precedentes que en gran medida no eran más que impresionantes redes comerciales. Es el primer paso para lograr la cohesión interna del estado, fortalecida por la redacción de un código de leyes, basado en la reparación económica de los daños, destinado a unificar los criterios legales del territorio y, especialmente, a garantizar el correcto funcionamiento de la actividad económica. Nada análogo a ello hay en el mundo egipcio, debido a la diferente concepción del poder real existente en ambos estados. Esta medida se ve acompañada por otras de carácter administrativo, como la unificación de pesos y medidas o la elaboración de un catastro. Todo ello está enmarcado en una nueva propaganda política en la que se destaca el papel integrador del monarca, en toda la actividad económica, desde la producción hasta la redistribución de la riqueza generada.

Si desde el punto de vista administrativo destaca la pesada maquinaria burocrática al servicio de un poder cada vez más centralizado y mejor articulado jerárquicamente, que culmina en la figura del rey divinizado, desde el punto de vista económico se observa un decrecimiento de las aldeas rurales, lo que supone una disminución de campesinos propietarios. 
Esta dinámica se va a mantener durante todo el periodo Paleobabilónico y tiene como efecto secundario el incremento demográfico de las ciudades y, naturalmente, el aumento de mano de obra asalariada (mushkenu), que los sitúa en una posición intermedia entre los verdaderamente libres y los esclavos. De esta manera, la ciudad va adquiriendo una fisonomía cada vez más compleja y diversificada, que la distancia progresivamente del mundo rural circundante. En definitiva se va polarizando la tensión campo/ciudad en la misma medida en que se distancian las formas de vida de los productores y quienes administran los recursos.
 La riqueza generada en el campo se transforma en obras públicas, infraestructurales (como los canales) en el ámbito rural, suntuarias y propagandísticas en la ciudad, lo cual puede ser entendido como proyección de la diferente voluntad política en uno u otro ámbito. En cualquier caso, la gran cantidad de obras públicas emprendidas demuestra que el período de Ur III fue de gran prosperidad económica y a ello contribuyó decisivamente la intensa actividad comercial, sometida a las redes estatales y escasamente articulada en torno a la iniciativa privada. Aquí, como en los demás ámbitos productivos, el templo conserva una posición básica como eslabón entre las unidades productivas elementales y la cúspide del sistema. La III dinastía de Ur había llevado a sus últimas consecuencias la combinación de los distintos sistemas de explotación, buscando un difícil equilibrio entre el sistema reticular comercial, el tributario provincial y el expansivo militar.

Código de Ur-nammu
Aunque no es probable que fuera el primero, lo cierto es que el Código de leyes más antiguo que conocemos procede de este periodo. Es sorprendente el carácter progresista de estas leyes. Los antiguos tendían a castigar los delitos mediante la muerte o la mutilación, mientras que en el Código de Ur-Nammu se establecen compensaciones monetarias. Tal vez esta idea fuera natural en un pueblo de comerciantes. Durante  la III

Al período de la III Dinastía de Ur (2112-2004 a.C.) pertenece el primer texto conocido que responde a las características de los clásicos 'códigos de leyes' mesopotámicos: las Leyes de Ur-Nammu.


CÓDIGO
El documento presenta numerosas dificultades, siendo la primera de ellas la controversia sobre su autoría. En efecto, si bien es cierto que durante años no se discutió que Ur-Nammu, el primer rey de la III Dinastía de Ur, había sido el responsable de la redacción de este texto, recientemente se ha abierto camino la posibilidad de considerar a Sulgi, hijo y sucesor de Ur-Nammu en el trono, como el verdadero autor de las leyes. Se esgrimen para ello razones de tipo gramatical  y se aduce que parte del texto estaba escrito, en realidad, en primera persona, y que, al menos en el caso de la mención de Ur-Nammu en la línea 36, alguien (¿Sulgi?) se refería a él en tercera persona.
En este supuesto, Sulgi estaría escribiendo las actividades reformadoras de su padre, mientras que sólo a partir de la línea 169 hablaría de las suyas propias. Por otro lado se sabe que, efectivamente, fue Sulgi el único rey de la III Dinastía de Ur que emprendió reformas en el sistema de pesos y medidas (a las que se hace referencia en el Prólogo del código).
El Prólogo, mal conservado en sus primeras líneas, quizás comenzaba (Pr. 1-30) con una dedicatoria a la divinidad y también con la mención de algunas construcciones realizadas por Ur-Nammu, a lo que se habría añadido el recuerdo de las ofrendas presentadas por el rey a su dios. A continuación, en un pasaje también mal conservado (Pr. 31-74), y en un estilo similar al de los textos de las 'Reformas' de UruKAgina y las Leyes de Lipit-Istar, se introduce, mediante una oración temporal, la elección de Nanna, por parte de An y Enlil, como dios de Ur y, probablemente, la elección de Ur-Nammu como rey de su país. Siguen después una serie de secciones (Pr. 75-180) -que recuerdan también al mencionado texto de las Reformas deUruKAgina, y en parte al de Lipit-Istar-, en las que el rey, ahora en primera persona, da cuenta de sus buenas acciones corrigiendo irregularidades de todo tipo, reformando el sistema de pesos y medidas, protegiendo a los más débiles e instaurando el orden y la justicia en el país. Todas estas secciones se hallan introducidas por la locución adverbial 'en ese tiempo', al igual que las leyes que se exponen a continuación del Prólogo.

Todas las Leyes del código, a su vez, presentan idéntica estructura:

--una prótasis introducida por 'si',
--y una apódosis.
El contenido de estas leyes se relaciona con actos de tipo criminal (§ 1-3), la situación jurídica de los esclavos (§ 4-5), delitos sexuales (§ 6-8), cuestiones de tipo matrimonial (§ 9-11, 16), casos de falsas acusaciones (§ 14-15), la evasión de esclavos (§ 18), daños u ofensas a las personas (§ 19-27), falsos testimonios (§ 29-30) y asuntos relacionados con el cultivo de los campos (§ 31-33). Nada sabemos de las leyes que irían a continuación.

Y tampoco  se sabe nada del Epílogo, del que no se ha conservado una sola línea.

No obstante, lo conservado es suficiente para darnos cuenta de que este código supuso sobre todo un intento de asentar el orden social del Imperio y un gran esfuerzo estatal para regularizar la actividad comercial en un territorio tan extenso como el alcanzado por los reyes de la III Dinastía de Ur.

Otras peculiaridades y características de este Código:
·                                 Fue escrito en origen en lengua sumeria.
·                                 Adoptó la forma de los “Edictos de Equidad”.
·                                 No rige en él la “ley del Talión” como criterio para castigar los delitos, infracciones y faltas cometidas.
·                                 Introduce algunas medidas y reformas de carácter humanitario a favor de los grupos sociales más desfavorecidos.
·                                 Refleja bien algunos aspectos sociales de la época (y por ello sirve como fuente relevante de información histórica):
1.    Va dirigido a una población esencialmente urbana que vive y trabaja en el entorno de las actividades de los almacenes y depósitos públicos, de los templos y los palacios.

2.    El código distingue tres grupos étnicos: sumerios (mayoritarios en el grupo dirigente del Estado, entre la nobleza y el alto funcionariado), semitas acadios (mayoritarios entre la población campesina y artesana, la que sirve y trabaja para los palacios, templos, depósitos y almacenes públicos), y semitas amorreos (el nuevo grupo étnico que estaba entrando en Mesopotamia a finales del III milenio y que estaba integrándose rápidamente en la sociedad y en la vida del Imperio).

3.    Desde un punto de vista jurídico, y según la condición jurídica de cada individuo, el código contemplaba dos clases de personas en la sociedad del Imperio:

·                                 Las personas libres. Tienen derechos y deberes en el código, el cual las protege porque tienen un estatuto jurídico reconocido en él. Las leyes diferencian a los damgar (miembros más altos y cualificados de la burocracia imperial, del aparato político y administrativo, mayoritariamente de etnia sumeria) y a los mushkenum (sinónimo en lengua semita de “campesino”), los cuales forman un grupo social muy heterogéneo desde el punto de vista de su ocupación y de su condición económica, pero que sin embargo posee derechos sensiblemente inferiores a los del grupo de los damgar; están sujetos a la tierra que trabajan, es decir, que se venden o son traspasados con ella; o bien el Estado los emplea en sus talleres, almacenes y depósitos, palacios, templos, obras y trabajos estatales…; pueden contraer matrimonio libremente, y sus hijos nacen con el estatuto de personas libres; pueden tener propiedades que las leyes del código regulan y protegen.
·                                 Los esclavos. El código no contempla en su caso derechos ni deberes; la única consideración jurídica que tienen en el código es la de ser una propiedad pública -del Estado o de los Templos- o bien privada, cuya tenencia y uso es preciso regular y en su caso proteger. Las leyes sugieren que los había de dos categorías: los denominados ir (o bien geme), y los namra. Los primeros son esclavos domésticos, propiedad de particulares, que han sido condenados a la esclavitud por el impago de deudas. En general parecen haber sufrido un trato benigno. Los segundos, sin embargo, son prisioneros de guerra, extranjeros, que son empleados en los talleres estatales y en trabajos penosos relacionados con los monopolios y actividades del Estado (minas y canteras, construcción de murallas y calzadas, diques, tala de bosques en las montañas circundantes de Armenia, Líbano y Zagros, etc.)(enlace sobre traducción del codigo.



Ur-nammu: una nueva concepción en la construccion del zigurat
Hemos hecho menciones sucesivas sobre los zigurat a lo largo de este relato Los sumerios tuvieron la creencia de que los dioses vivían en las montañas, por lo que tuvieron la costumbre de construir templos encima de plataformas naturales o artificiales, a la viva imagen y semejanza de las moradas de éstos; por otra parte al estar construidos estos templos sobre plataformas, así serían capaces de divisarlos en su llegada para ocupar sus nuevos hogares, ofrecidos como tributo.
El mas antiguo de este modelo de templo se construyó en Uruk hacia finales del cuarto milenio, pero fue un nuevo rey de Ur, Ur-Nammu, que gobernó hacia finales del 3er milenio el que evolucionó ese nuevo tipo de construcción religiosa hacia un nuevo concepto, el zigurat, basado en una gran plataforma central, coronada por otras mas pequeñas elevándose hacia el infinito cielo..
Ur-nammu fue ciertamente el primero en transformar el templo en forma de terrazas en zigurat, en torre escalonada. Es el zigurat pues el antecedente directo de la torre de Babel.
.
Arriba Zigurat de Ur antes de la restauracion

a la izquierda el mismo zigurat una vez
restaurado

Torre de BabelLa construcción de la torre de babel se menciona en la Biblia, en el capitulo 11 del Génesis, esta construcción es de tipo zigurat, según Génesis los hombres pretendían con esta construcción alcanzar el cielo.
En los tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II, la base de esta construcción habría sido un cuadrado de 92 metros de lado y su altura habría sido aumentada, de este modo se hacia una digna exponente de su poderío y grandeza. Según arqueólogos esta torre escalonada pudo haber tenido de entre 60 y 90 metros de altura. www.arqhys.com..


Ur-Nammu construyó varios de estos zigurats en Uruk, Erido y Nippur, pero su preferido fue el de Ur, que precisamente, ha sido el mejor conservado hasta la época. Cada zigurat estaba dedicado a la deidad mas importante de la ciudad, que en el caso del zigurat de Ur fue para la diosa Luna o Nanna y dándole el nombre de Etemennigur, con unas dimensiones de 30 metros de alto por 64 de ancho y 46 de largo. Por desgracia Ur-Nammu no pudo ver completada la totalidad de la construcción del zigurat, siendo su hijo Shulgi, quien lo completara.
Dinastía de Ur se construyó el mayor Zigurat edificado hasta entonces. Su base medía 90 por 60 metros, y sus muros inferiores (hechos de ladrillo) tenían un espesor de dos metros y medio. Se conservan dos plantas, pero parece ser que tenía una tercera, con una altura total de 40 metros. El sumerio volvió a ser la lengua oficial de Mesopotamia y este periodo se considera la edad de oro de su literatura.
Este zigurat se encuentra muy cerca de la antigua ciudad de Ur, la cual protegía con su alargada sombra y la divina ayuda de la diosa Nanna.
Para hacernos una idea, si disponemos del programa Google earth instalado en nuestros ordenadores, procediendo a estas coordenadas:


"Ur" lat=30.9630348395, lon=46.1065252609
podremos ver el zigurat y la antigua ciudad de Ur en todo su esplendor.
Los zigurats fueron adoptados por posteriores civilizaciones como la Babilónica y la Asiria, aunque a partir del Imperio Persa, decayó su uso, adoptando estas nuevas civilizaciones otros tipos de construcciones religiosas. Y como suele pasar a lo largo de la historia, los muros de estos viejos monumentos sirvieron como base constructora para los nuevos que habrían de venir.
Final de la la III DINASTIA de UR
Pero las tensiones de orden interno y los desequilibrios externos que ese sistema generaba eran de tal magnitud que lo hacían sumamente vulnerable ante una presión sobreañadida. Ésta vino desde Elam y tuvo como consecuencia no sólo el derrumbamiento de la estructura política, sino la recesión del sumerio en beneficio del acadio y sus formas derivadas del II Milenio. Muy pronto, pues, el sumerio sería una lengua muerta, mantenida artificialmente en la "eduba", la casa de las tablillas, donde los aprendices de escriba hacían prácticas con ella.

Cronología corta DE LA III dinástia de Ur
  1. Utu-hengal: 2055-2048
  2. Ur-Nammu: 2047-2030
  3. Shulgi: 2029-1982
  4. Amar-Sin: 1981-1973
  5. Shu-Sin: 1972-1964 
  6. Ibbi-Sin: 1963-1940
Los sucesores de Urnammu, Shulgi, Amarsin y Shusin, se ven obligados a fortalecer las fronteras del norte, destinadas a controlar a los hurritas, y del oeste, por donde los peligrosos martu (los amorreos) amenazan la integridad del Estado. Pero durante el reinado de Ibbisin la presión externa se hace insostenible, el muro de los amorreos erigido por Shusin es arrasado y los invasores se instalan en Larsa. La desintegración permite al gobernador de Isin, Ishbi-Erra, declarar su independencia y, quince años más tarde, una coalición de los elamitas, que habían sido sometidos por Shulgi, con otros habitantes del Zagros derrota en 2003 a Ibbisin y lo apresan. 

Ese será el último acto conocido de la historia de la III dinastía de Ur. 

El Irak actual se halla en el territorio donde en otros tiempos estuvieron situadas Babilonia y Asiria. Este nombre significa <<pais de la ribera>> denominación totalmente acertada puesto que los rios Tigris y Eufrates formaron su suelo con el lodo acarreado por sus inundaciones. Y ha sido este suelo el que ha hecho posible la siembra de las cosechas, las florecientes culturas y miles de antiquisimas ciudades. En resumen, su aparicion vino a constituir el principio de la historia occidental.

Antiguamente ambos ríos desembocaban independientemente en el mar, en el Golfo Pérsico. Pero en el periodo de varios miles de años cubrieron sus riberas con  grandes cantidades de lodo, echaron tanta tierra al mar, que en la actualidad la desembocadura de los ríos emncionados está situada a 150 km mas al sudeste que en la época de esplendor de Babilonia y Assur. Las excavaciones tendentes a encontrar ciudades antiguas no deberán, pues, ser efectuadas en esa tierra nueva. Por lo demás el << país de los dos rios>>  es tan sumamente rico  en ciudades, poblados, templos y tesoros artísticos enterrados en el suelo, que podemos asegurar con toda certeza que los valiosos hallazgos irán apareciendo a lo largo de muchos años.

Descubren los restos de una ciudad babilónica al sur de Bagdad
25 March, 2008 En Arqueología, Actualidad, Mesopotamia |

Los restos de una ciudad de la antigua Babilonia han sido descubiertos en Diwaniya, a 180 kilómetros al sur de Bagdad, donde se han encontrado unas 341 piezas arqueológicas.
El comisario del museo de Diwaniya, Mohamed Yahya Radi, explicó a la agencia de noticias independiente Asuat al Iraq que “la ciudad babilónica fue hallada en el distrito de Al Shamiya, en el oeste de Diwaniya.
Radi explicó que la ciudad abarca una superficie de unos 16 kilómetros cuadrados y que en ella se han descubierto los restos de cuatro personas en sendas vasijas de cerámica, que, según Radi, pudieron ser ejecutadas.
“Lo averiguamos porque uno de los cuerpos tenía la mitad enterrada en un muro y la otra mitad en la urna funeraria. Los otros tres cuerpos tenían clavos de hierro incrustados en las manos, piernas y cuello, que indican que se aplicaban leyes estrictas en la ciudad”.
Además, se han encontrado objetos como losas de barro cocido, pesas cuya unidad son 30 kilogramos, a diferencia de las encontradas anteriormente que no superaban los 10 kilogramos, y sellos, que demuestran “su afiliación administrativa a la ciudad de Babilonia”, dijo Radi.



Ya en nuestros dias podemos hacernos una idea bastante exacta de la clase de vida que llevaban los babilonios y los asirios, es decir, de un epoca que se remonta entre 2500 y 4000 años atrás, y eso teniendo en cuenta que solo se han excavado hasta hoy un 1%  de las ciudades , o sea que el 99% estan esperando aun la accion de los investigadores armados de palas. En el subsuelo yacen todavía magnificas tumbas reales, oro, joyas, puedras preciosas, tablas escritas….alli abajo, a profundidades comprendidas entre 10-20 m centenares de fortalezas, de ciudades  y de templos , asi como bibliotecas enteras, esperan la llegada de los sabios, que con los muchos actuales conocimientos que poseen sobre esta materia, podran leer sus textos.
Hemos tenido suerte que los babilonios y los asirios escribieran sus relatos en caracteres cuneiformes sobre las tabletas de arcilla, pues otra suerte le espera a la literatura escrita sobre el papel que habra desaparecido dentro de cuatro mil años (y cuanto es de sentir esto….con lo agradable que es abrir en tu mesa varios libros, tener folios para anotar…ademas de nuestro PC)

Quienes hoy viaja a traves de los desiertos situados junto al ¡Eúfrates y  al Tigris, puede muy difícilmente imaginarse que alli hubiera florecido tantas y tantas ciudades, gobernadas por reyes poderosos y que centenares de miles de fieles adoraban a los dioses en los templos. Todo es ahoa soledad y solo la muerte es soberana. Ni una sola columna en pie, ni puerta alguna ha permanecido intacta. Todo ha quedado reducido a polvo.  Reina un profundo silencio unicamente  interrumpido por los animales autoctonos.











Sin un conocimiento profundo sobre las excavaciones, resulta difícil imaginarse que debajo de esa region árida yacen enterradas innumerables viviendas con todos sus secretos  y que tumbas no profanadas aun disfrutan desde hace milenios el sueño del olvido, en sarcófagos magnificos, los restos de los que fueron los grandes de aquellos tiempos. Sin embargo la inmensa llanura esta como salpicada de colinas hasta donde la vista alcanza. ¡y debajo de cada colina yace una ciudad! Pero ¿Por qué precisamente debajo de cada colina?
Todo cuanto el hombre reune en las ciudades forman un inmenso monton cuando la ciudad es destruida o simplemente se destruye. Mas tarde sobre los mismos emplazamientos se construyen otras ciudades y la colina surge y crece (los tell que mencionamos al principio). Resulta que en este marco las excavaciones han de dirigirse con sumo cuidado ya que los estratos culturales yacen superpuestos en capas sucesivas, de abajo hacia arriba cronológicamente ordenadas de menor a mayor.
Pero hay que señalar una y otra vez, que las culturas florecientes se hunden irremisiblemente, decen después de haber alcanzado una época de máximo esplendor. Cuando la cultura de un pueblo ha alcanzado el punto mas floreciente; cuendo sus habitantes anhelan lo superfluo solo, cuando dejan de preocuparse y se relajan  entonces irrumpen otros y terminan con su grandeza. Ha sucedido durante milenios en la historia. El que hace 3000 años llegaba a babilonia percibia de lejos  una grandiosa construccion de 7 plantas hasta 60m de altura sobre las murallas. Era como una torre escalonada. El barniz de los ladrillos de color relucian al sol. En la parte mas alta, es decir , en la ultima terraza, se elevaba un templo en cuyo interior habia  (según cuenta Herodoto (I,181) una mesa de oro y un lecho suntuoso y siempre dispuesto, donde pasaba la noche la doncella para recibir al dios de los babilonios. Esta construccion era la torre de Babel por la que, según leemos en la Biblia, los babilonios pretendian alcanzar el cielo…….

La Babilonia de HammurabiPERIODO NEO-BABILONICO


INTRODUCCIÓN

El periodo neobabilonico comprende desde la decadencia de la III DINASTIA de UR  a las invasiones indoeuropeas (casitas principalmente) a mediados del segundo milenio. En el existen multiples dinastias locales: ISIN LARSA, URUK, BABILONIA…hasta que hacia 1800 a.c se forma el reino babilonico de HAMMURABI de origen amorreo.
Estamos ante una epoca de transformaciones sociales, donde surge una capa de ciudadanos libres, no sujetos a ningun tipo de servicio ni al templo ni a palacio, y de feudatarios del estado que explotaban tierras de la corona, pero mantenian una relativa independencia con respecto al soberano. La economia privada estaba pasando al primer plano, apoyandose en la posesion de tierras y su explotacion  y empleo de jornaleros y esclavos.

El palacio seguia siendo poderoso terrateniente y continuaba teniendo la posibilidad de utilizar determinados grupos de población en las obras publicas. (en el codigo de Hammurabi se les menciona como <<siervos de palacio>> .
El templo pierde al unidad entre este y el palacio aun siendo factores economicos importantes funcionan muchas veces como bancos de prestamos.
El reino neobabilonico desaparecera por los movimientos internos y por la invasión del los CASITAS  que seguramente venian de Iran y cruzando el Zagros. Su lengua no era indoeuropea y adoptaron después  de la invasión el akkadio. Pero forman parte del vasto movimiento de pueblos que sacude el proximo oriente del 1800 al 1500 ac empujados por los indoeuropeos.
Los amorreos y la ciudad de Mari

Los amorreos constituyeron
un imperio con sede
 en la ciudad de Mari, 
Eran nomadas semitas, menos compactos que los acadios, ya que adoptan su lengua y sus habitos culturales. Los amorreos fueron un pueblo de origen cananeo (Génesis 10:6, 16 ) constituido por tribus nómadas muy belicosas que ocuparon Siria, Canaán y la región al oeste del río Éufrates, desde la segunda mitad del tercer milenio antes de nuestra era. En el curso de sus correrías llegaron a conquistar en dos ocasiones la ciudad de Babilonia
Se cree que el rey Hammurabi era descendiente de amorreos. Tribu o nación que descendía de Canaán, cuarto hijo de Cam, el más joven hijo de Noé (Génesis 10:16 ). Su actividad era pastorear y su vida seminómada, su origen se halla en el tercer milenio a. C. en la franja siriopalestina donde fueron dominantes hasta la llegada de los arameos, una variada zona de montes, pastos y estepa semiárida, y con el tiempo entraron en contacto con poblaciones sedentarias, como Ebla y más tarde con otras pertenecientes a la órbita del Imperio configurado por la III dinastía de Ur, sobre cuyas fronteras presionarían hasta lograr paulatinamente su infiltración progresiva.
Durante la época de la III dinastía de Ur, había dos grupos de amorreos diferentes. Los primeros llevaban ya sedentarizados desde hace mucho tiempo en parte de Canaán (Líbano, Anti-Líbano, el valle de Orontes) y se estaban expandiendo por el norte de Siria y el sur de Canaán. A estos amorreos se refiere la Biblia al mencionarlos.
Los segundos, de mayor importancia histórica sobre todo para Mesopotamia, eran nómadas que recorrían el desierto entre Palmira y Mari y flanqueaban el Éufrates para que su ganado pastase en la estepa mesopotámica. Estos eran muy próximos a los sumerios y ya eran conocidos desde la época Dinástico Arcaica por los sumerios o bien porque emigraron a las ciudades mezclándose con la población o bien como nómadas beduinos, cuyas costumbres eran consideradas groseras y toscas como se ve en una tablilla sumeria:
Los martu no conocen el grano... Los martu no conocen ni la casa, ni la ciudad, los zafios de la alta estepa... Los martu que desentierran las trufas [trufas salvajes de montaña, poco deliciosas]... no se inclinan para cultivar la tierra, comen carne cruda, no tienen casa durante toda su vida, no se entierran tras su muerte... Los martu son un pueblo saqueador con los instintos de las bestias salvajes.
Chiera (1934)
Como se ha dicho algunos se establecieron entre los ríos Tigris y Éufrates, haciéndose sedentarios y mezclándose con la población sumeria, como consecuencia subirían al poder dinastías de origen amorrita en distintas ciudades del centro y sur de Mesopotamia. La más importante en Babilonia, ya que el propio Hammurabi sería amorreo. A los inicios del imperio paleobabilónico la población era pues una mezcla acadio-amorrita.
Los amorreos que se mantuvieron nómadas fueron contenidos fácilmente al principio pero conforme el imperio de Ur III fue perdiendo su poder, estos se fueron volviendo más peligrosos.
Restos de la cuidad de Mari
Los amorreos, constituyeron un imperio con sede en la ciudad de Mari, actualmente El-Hariri (Siria), ubicada en la margen derecha del Eufrates medio. Su incursión en la Mesopotamia, no se realizó en forma violenta, y a pesar de ser un pueblo poco instruido, con costumbres primitivas, fue bien aceptado.
Fue en el siglo XX, más precisamente en el año 1933, que se conoció esta civilización, merced a las excavaciones realizadas, bajo el impulso de A. Parrot., que permitieron conocer detalles sobre esa ciudad.

En ella se erigía un imponente palacio, llamado Zimri-Lim, con trescientas habitaciones, donde se encontraron importantes documentos económicos, religiosos y jurídicos, escritos en aproximadamente veinte mil tablillas cuneiformes. En ellas se hace mención frecuente a los hebreos, a los que denomina habiru.

La composición más completa de la iconografía mural del Palacio de Mari se ha denominado “Investidura de Zimrilim”. Apareció en el patio dominado 106 del palacio. El cuadro central presenta dos registros superpuestos.

Los estados mediterráneos de Ugarit, Chipre, Biblos y Creta, mantuvieron relacionescomerciales con la ciudad de Mari
En época de Abraham y de otros patriarcas, los amorreos residían al sur de Palestina, en Jasason Tamar (Gen 14, 7), Hebrón (Gen 14:13) y Jerusalén (Ez 16:3; Gen 15:16). Dice Dios acerca de los amorreos: "En la cuarta generación ellos regresarán acá, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la iniquidad de los Amorreos." (Gén 15:16)
En el año 2028 a. C., Ibbi-Sin sucedió a Shu-Sin en el imperio de Ur, al poco tiempo el imperio comenzó a fragmentarse y muchas ciudades se independizaron (Eshnunna, Susa, etc.). En el 2017 a. C. los martu consiguen penetrar en Súmer y comienzan a controlar los caminos sobreviniendo el hambre. En el 2009 a. C. el reino se hallaba dividido en dos y finalmente una coalición de amorritas, elamitas (liderados por el rey Simash), y los Su (habitantes de los montes Zagros), derrotaron a Ibbi-Sin, que fue ejecutado. Se produjo la caída de Ur III y por lo tanto acabó la era sumeria. Los amorreos saquearon y destruyeron Ur, que aunque sería reconstruida después, nunca volvería a ser la misma.
Con la caída de Ur III y acabada la época de dominio sumerio, empieza una época en la que los semitas obtendrían la mayor importancia a través de pueblos como los acadios o los amorreos. Los elamitas apenas disfrutaron su conquista. Los mayores ganadores de la caída de Ur fueron primero los acadios del reino de Isín y después los amorreos, que en un siglo llenarían Mesopotamia de reinos, quedando lo que fue el imperio de Ur fragmentado en numerosos reinos amorreos y acadios cuyas capitales serían ciudades que hasta ese momento habían tenido poca importancia.
Tras del reino de Ur y del esplendor sumerio, se extiende un complejo periodo de cuatro siglos (2004-1595 a. C.) hasta la toma de Babilonia por los hititas. Durante este periodo los amorreos que se habían establecido en Mesopotamia alcanzarán su mayor importancia a través de numerosos reinos, siendo el más importante el de Babilonia, mientras que los amorreos
nómadas también tendrán su importancia en este periodo.

Baja Mesopotamia

Tras la caída de Ur (2004 a. C.), el reino de Isín mantendrá la paz durante un siglo considerándose los sucesores de Ur, siguiendo sus mismos modelos y reforzarán sus ciudades para protegerse de los martu nómadas cada vez más numerosos, que se desplazaban continuamente a lo largo del río Tigris y el Éufrates y que finalmente poco antes del 1900 a. C. se infiltrarán en pleno corazón de Babilonia aprovechándose de las luchas entre Isín y Larsa, y apoderándose de muchas ciudades como Ilip, Marad, Malgûm, Mashkan-shapir o inclusoUruk.
Estos nuevos reinos creados por las tribus nómadas amorreas, se unían a los reinos amorreos "civilizados" y reinos acadios estando cada vez la Baja Mesopotamia más fragmentada. 
Tras este siglo de relativa paz bajo el reino de Isín emergerá el poderoso reino de Larsa (que según unas tablillas fue fundada en el 2025 a. C. por un amorreo llamado Naplânum) y seguirá una terrible guerra entre ambos por el dominio de Súmer y Acad en la cual acabará imponiéndose Larsa, que se haría con la mitad de Mesopotamia.

Será durante estos dos siglos Isín-Larsa cuando se irán formando los distintos reinos amorreos, como el de Babilonia, que se convertirá en el enemigo común de Larsa e Isín.

En1792 a. C., Hammurabi llegó a ser rey de Babilonia. Utilizando la fuerza y la diplomacia en pocos años se convirtió en el dueño de toda Mesopotamia, construyendo así el mayor reino amorreo que habrá en la historia, aunque muy efímero. Su dinastía se mantuvo unos 150 años para declinar luego paulatinamente: en época de Samsuiluina se declaró independiente en el golfo Pérsico la llamada dinastía del Mar. Samsuditana (1625-1595), último rey de la dinastía, fue destronado por los hititas, con lo que finaliza el predominio de los amorreos en Mesopotamia.

Los amorreos occidentales, que se habían establecido en Siria y Palestina hacia el 1900 a. C., se mantuvieron independientes durante varios siglos más. Referencias bíblicas (Los que se dirigieron a Canaán, fueron los precursores de los israelitas en Palestina, mezclándose con los cananeos, dándole el nombre a la ciudad de Jerusalén, que reconoce un origen amorreo.)

La convivencia con los hebreos fue pacífica, ubicándose primero en las cercanías del mar Muerto y de Hebrón. Luego ocuparon Transjordania, entre el río Arnón y el monte Hermón. Fue durante el reinado de Salomón cuando fueron obligados a pagar tributo.

El Antiguo Testamento llama Canaán a la tierra de los amorritas, haciendo corresponder a veces amorreo con cananeo (Josué 24:15; Jue 6:10; Ez 16:3; etc.). El término amorreo (amurru) o amorita aparece frecuentemente en el A. T. designando la población preisraelita de Palestina (Gen 15:16; Amós 2:9; 2ª Sam 21:2)
Pero no se ha podido establecer ninguna conexión étnica o lingüística entre esos amorritas de Canaán de la segunda mitad del segundo milenio y los amorreos de Mesopotamia de la primera mitad del segundo milenio.)


Babilonia I Dinástia con Hammurabi

Ruinas de la Puerta de Isthar en Irak actual
Hacia el año 2000 a.C. llegaron nuevas oleadas de semitas, lo que provocó una nueva fragmentación de Mesopotamia en diferentes ciudades-estado. Uno de sus reyes fundó la ciudad de Babilonia, a orillas del río Éufrates, e impuso su hegemonía, convirtiéndose en el centro del imperio. El nombre de Babilonia fue aplicado a todo el territorio ocupado por los antiguos reinos de Súmmer y Accad.
De todas las ciudades mesopotámicas, Babilonia fue la más importante, tanto por su prestigio político y religioso como por la belleza de sus construcciones. Ciudad catalogada en la Biblia como símbolo del orgullo humano y causante de la ruina de Jerusalén y del exilio de sus gentes, hubo de conocer varias destrucciones a lo largo de su dilatada historia. Babilonia, ya citada en documentos acadios, inició su apogeo con la dinastía de los amorreos, que la convirtieron en capital de su imperio.
La que habría de ser la ciudad más importante de la historia mesopotámica desde el punto de vista cultural, Babilonia, no tiene entidad propia hasta un momento muy reciente. En efecto, su I dinastía es fundada a comienzos del siglo XIX por los amorreos que se habían establecido coincidiendo con el final de la III dinastía de Ur.
Precisamente los dos primeros monarcas de Babilonia llevan nombre amorita; sin embargo, los tres siguientes tienen onomástica acadia y, finalmente, hay otros seis de nombre amorita. El primero de esta última tanda es Hammurabi (1792-1750), que consigue convertir un modesto reino de unos cincuenta kilómetros de radio, en un amplio imperio que incluía no pocos territorios extramesopotámicos. No cabe duda de que el predominio amorita es total en las principales cortes de la época. 
Durante el período inicial, la nueva dinastía está sometida a una situación secundaria en el teatro político de Mesopotamia, dominado por la rivalidad entre Isín y Larsa en el sur y por Asiria en el norte (Durante el III milenio a. C., la región de Asia Anterior estuvo bajo la influencia de la civilización sumeria establecida en la llanura sur de Mesopotamia.Aunque es mencionada en inscripciones que datan de la época del rey Ur Nammu de Ur, (  h. 2112-2095a.C.) Larsa no adquirió relevancia política hasta que consiguió la independencia política de la ciudad de Ur de la mano del jefe amorita Naplanum, poco antes de la destrucción de Ur a manos de losElamitas.
En las investigaciones hechas a raíz de las excavaciones arqueológicas de la ciudad siria de Assur se ha podido comprobar que las estatuas halladas tenían mucho en común con las encontradas en otros templos sumerios. Esto demuestra la gran relación cultural que sin duda existía entre ambos pueblos desde tiempos remotos.
Larsa (la bíblica Ellasar Génesis 14:1) fue una ciudad importante en la antigua Mesopotamia. Está situada en  el actual Iraq en la localidad de Senkereh, a orillas del Eufrates,  a unos 24 km al sudeste de las ruinas de la ciudad de Uruk y 250 km al sur de Bagdad.–Hoy es-Tell as-Senkereh

Hacia el año 2000 a. C. invadió Mesopotamia (cerca del actual pais Israel) el pueblo de los elamitas, pero más tarde entró otro pueblo nómada, los amorreos, procedentes de Siria que conquistaron por el sur a los sumerios y por el norte a los sirios.

Sin embargo, el ascenso al trono de Hammurabi se produce en circunstancias óptimas, pues Asiria se encuentre en declive desde la muerte deShamshiadad, lo que le permite intervenir decisivamente en la política de sus vecinos septentrionales. Tan sólo el rey de Larsa, Rim-Sin, posee una capacidad bélica reconocida. Seguramente por eso, desde su ascenso al trono, Hammurabi se presenta como un fortísimo competidor del aguerrido Rim-Sin, al que paulatinamente va arrebatando sus dominios. Las conquistas de Hammurabi no son fulminantes, más bien obró implacablemente pero con gran cautela para no arriesgar sus posiciones.
La toma de Larsa no se produce hasta casi treinta años después de su ascenso al trono. Después cae Eshnunna, que había jugado un importante papel diplomático y militar como estado independiente desde su emancipación del lejano reino de Yamhad y en 1759 destruye Mari, tan sólo nueve años antes de su muerte. Tal vez el carácter reciente de las anexiones y la incapacidad de control efectivo sobre los nuevos dominios sean las causas que provoquen la oleada de insurrecciones que habrán de padecer sus sucesores. 
El imperio de Hammurabi, al igual que los restantes reinos de la época, divide sus territorios en provincias, pero frente a la acción administrativa de la III dinastía de Ur, el imperio de Hammurabi no designa gobernadores para las ciudades; éstas pierden su función política y se reducen, desde la óptica institucional, a meros centros administrativos regidos por alcaldes y una asamblea de ancianos. Y con la pérdida del sentido político de las ciudades, los viejos conceptos de Súmer y Acad dejan de tener esencia en sí mismos, para quedar englobados bajo un término más amplio y aglutinador, como es el de Babilonia, que se opone al otro territorio unificado en el norte y que corresponde a Asiria. 
Reconstruccion de Babilonia


Toda la acción judicial del imperio babilonio depende del poder central, todos los jueces son de designación real y sólo al rey deben obediencia, frente a la justicia dependiente de los templos que había sido la tónica precedente. Por otra parte, la actividad económica puede estar algo más diversificada que en épocas anteriores si atendemos a la creciente cantidad de documentos de carácter privado, pero la corona sigue siendo el principal agente económico. Las donaciones a los templos ponen de manifiesto, quizá, su pérdida de bienes raíces, pero Hammurabi pretende convertirlos en verdaderos centros financieros, que es la dinámica que van adquiriendo desde entonces. Los enormes gastos infraestructurales y el mantenimiento de una enorme maquinaria militar requieren un soporte financiero que sólo una economía saneada en los templos puede aportar. Los más favorecidos dentro del sistema parecen los comerciantes (tamkaru), agrupados en corporaciones frecuentemente de carácter familiar, trabajan por lo general por cuenta propia, lo que les permite afrontar préstamos a un interés escandaloso que repercute en perjuicio de quienes los solicitan, que terminan perdiendo las tierras con que avalaban los créditos. Los beneficios de los comerciantes sólo se veían limitados por las cargas impositivas a las que los sometía la corona. 
Pero la situación económica no es demasiado favorable si tenemos en cuenta el deterioro que las contiendas permanentes ejercen sobre las infraestructuras y el abandono de los cultivos como consecuencia de las levas forzosas de campesinos.
La dedicación del monarca a la restauración de las obras de infraestructura y los repartos de tierras a los veteranos, no impidieron el agotamiento de los campos que es el fundamento de una profunda crisis agraria que se expresa con contundencia a finales del período paleobabilónico, aunque en determinadas regiones, como el valle del Diyala, se había manifestado con anterioridad provocando el colapso de un reino como Eshnunna, agotado en inútiles e interminables querellas externas en las que pretendía encontrar solución a los problemas que tenía en casa. 

CÓDIGO de HAMMURABI: el primer código de leyes en la historia (1760 a.c)
Pero al margen de todo esto, la obra más afamada del reinado de Hammurabi es su código legal, aparecido en Susa adonde fue llevado como botín de guerra probablemente en el siglo XII durante el declive de la dinastía casita. 
Prólogo del  Código
No era la primera vez que se intentaba implantar una norma jurídica común para todos los habitantes del estado multinacional; con anterioridad, Entemena, Urukagina, Urnammu y Lipitishtar, todos ellos de origen sumerio, habían dictado normas o leyes que más o menos fragmentariamente han llegado a nuestro conocimiento. Sin embargo, el Código de Hammurabi es el texto legal más extenso de todos ellos y nos permite restaurar con cierta precisión el mundo babilonio de aquel momento. 
El Código está avalado por el propio dios Shamash, que aparece en escena recibiendo a Hammurabi, en la parte superior de la estela en la que nos ha llegado. 
En contraposición con las legislaciones precedentes, en las que las sanciones tratan de reparar económicamente el perjuicio ocasionado, el Código de Hammurabi se basa en la llamada Ley del Talión, es decir, un castigo idéntico al daño. Subyacen aquí dos concepciones diferentes del derecho: una indemnizadora, la otra supuestamente preventiva, con lo que cada una conlleva de carga ideológica. La finalidad conservadora del orden establecido en esta segunda modalidad se pone especialmente de manifiesto en el hecho de que las penas son diferentes en función del estatuto jurídico del agraviado y del reo. 
Por otra parte, el estudio del Código permite observar cómo la sociedad está dividida en tres grupos diferentes: "awilum", que corresponde al hombre libre, "mushkenum", el sometido a algún tipo de dependencia, y el esclavo, "wardum". Como los esclavos no constituyen la principal fuerza de trabajo, ni la posición privilegiada del awilum está fundamentada en la existencia de esclavos, no podemos considerar el mundo babilonio como una sociedad esclavista. 

El awilum es representante de la clase de los propietarios -independientemente de su capacidad económica- mientras que el mushkenum debe ser considerado como el asalariado por cuenta del Estado, que no goza de los privilegios de la clase propietaria y que por tanto se encuentra en una posición servil o semi-libre. De aquí se desprende también que el mundo mesopotámico está basado en la existencia de dos únicas clases sociales, los propietarios y los no propietarios, en el seno de las cuales se pueden dar diferentes situaciones jurídicas o económicas. Y es precisamente ese orden de cosas el que Hammurabi pretende consolidar con su Código, aunque para ello sea necesario mitigar ciertos privilegios corporativos o de clase que repercutían negativamente sobre los sectores sociales más débiles. Por ello, la defensa de la mujer, de los huérfanos, o de cualquier otro grupo social marginal, no puede ser interpretada como síntoma de la sensibilidad humanitaria del monarca, sino como instrumento legal necesario para reducir el conflicto social. Por debajo de los esclavos wardum, se encuentran los prisioneros de guerra, que eran considerados instrumentos de trabajo. A pesar del intento unificador, no tenemos certeza de que el Código de Hammurabi tuviera amplia difusión y aplicación. 
Detalle del Código
Su fama en la propia Mesopotamia se debió más bien al hecho de que su texto, de gran calidad literaria, fue vehículo de aprendizaje para los escribas. Al margen del código, la Babilonia de Hammurabi desarrolló una intensa actividad literaria, germen de la inagotable cultura que será referente para el resto de las comunidades mesopotámicas.
Estela donde se hallan
 grabadas las 282 leyes
del Código de Hammurabi.
 En la parte superior
el rey Hammurabi (en pie)
 recibe las leyes de manos
 del dios Shamash. La estela
fue encontrada en Susa,
a donde fue llevada como
botín de guerra en el
año 1200 a. C. por el rey de
 Elam Shutruk-Nakhunte.
 Actualmente se conserva
 en el Museo
del Louvre (París).

Las leyes del Código de Hammurabi, (numeradas del 1 al 282, aunque faltan los números 13, 66–99 y 110–111) están inscritas en babilonio antiguo y fijan diversas reglas de la vida cotidiana. Norman particularmente:
  1. la jerarquización de la sociedad: existen tres grupos, los hombres libres, los "muskenu" (quienes se especula podrían ser siervos o subalternos) y los esclavos.
  2. los precios: los honorarios de los médicos varían según se atienda a un hombre libre o a un esclavo.
  3. los salarios: varían según la naturaleza de los trabajos realizados.
  4. la responsabilidad profesional: un arquitecto que haya construido una casa que se desplome sobre sus ocupantes y les haya causado la muerte es condenado a la pena de muerte.
  5. el funcionamiento judicial: la justicia la imparten los tribunales y se puede apelar al rey; los fallos se deben plasmar por escrito.
  6. las penas: aparece inscrita toda una escala de penas según los delitos y crímenes cometidos. La base de esta escala es la Ley del Talión.
  7. Se tratan también el robo, la actividad agrícola (o pecuaria), el daño a la propiedad, los derechos de la mujer, los derechos en el matrimonio, los derechos de los menores, los derechos de los esclavos, homicidio, muerte y lesiones. El castigo varía según el tipo de delincuente y de víctima.


LEY DEL TALIÓN
El código de Hammurabi, en el siglo XVII a.C, regula por primera vez la conocida Ley del Talión, estableciendo el principio de proporcionalidad de la venganza, es decir que a cada agresión, se correspondería un castigo equivalente. El planteo puede parecer bárbaro a los parámetros actuales, pero fue sin lugar a dudas un hito notable en la historia del derecho puesto que conformó un recurso eficaz para contener venganzas sin límite.
El término ley del talión (latín: lex talionis) se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido. De esta manera, no sólo se habla de una pena equivalente, sino de una pena idéntica. La expresión más famosa de la ley del talión es "ojo por ojo, diente por diente" aparecida en el Éxodoveterotestamentario.
Históricamente, constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre daño recibido en un crimen y daño producido en el castigo, siendo así el primer límite a lavenganza.

[editar]Manifestaciones

Multitud de ordenamientos jurídicos se han inspirado en la ley del talión, especialmente en la Edad Antigua y en la Edad Media. Aunque pudiera parecer una ley primitiva, el espíritu de esta era proporcionar la pena en cuanto al delito, y con ello evitar una respuesta desproporcionada por la venganza. La aplicación de la pena, con barbarie, a lo largo de los siglos, no implica un defecto de la ley, sino un defecto de los aplicadores.
§                     En el famoso Código de Hammurabi (1792 a. C.), el principio de reciprocidad exacta se utiliza con gran claridad. Por ejemplo:
§                                 La Ley 229 establecía que si un arquitecto construía una casa para otro, no la había hecho sólida, y si la casa construida se derrumbaba matando al propietario de la misma, el arquitecto sería muerto; dicho concepto se acentúa cuando se señala que (Ley. 230) si la casa se había derrumbado matando al hijo del propietario de la casa, se mataría al hijo del arquitecto.
§                                 Un siguiente nivel de penas consistía en la mutilación de una parte del cuerpo en proporción al daño causado. Por ejemplo la Ley 195 establecía que si un hijo había golpeado al padre, se le cortarían las manos; la 196 sostenía que si un hombre libre vaciaba el ojo de un hijo de otro hombre libre, se vaciaría su ojo en retorno; la Ley 197 ratificaba que si quebraba un hueso de un hombre, se quebraría el hueso del agresor.
§                                 Las penas menores consistían en la reparación del daño devolviendo materias primas tales como plata, trigo, vino, etc. En los casos en que no existía daño físico, se buscaba una forma de compensación física, de modo tal, por ejemplo, que al autor de un robo se le cortaba la mano.
§                     En el Antiguo Testamento, más concretamente en la ley mosaica, la ley del talión aparece en Éxodo 21:23-25, en Levítico 24:18-20 y en Deuteronomio 19:21. Este principio seguirá vigente para el judaísmo hasta la época talmúdica donde los rabinos del momento determinaron que la pena se transformaría en un resarcimiento económico.
También el cristianismo lo deja sin efecto a raíz del Sermón del monte de Jesús de Nazaret (Mateo 5:38-39).
§                     La Ley de las XII Tablas de Roma muestra en la tabla VIII una curiosa combinación entre normas inspiradas en la ley del talión, y normas correspondientes a sistemas jurídicos menos primitivistas. Esta mezcla suele ser atribuida al momento de transición jurídica en que surge el primer cuerpo legal de Roma.
§                     En el Derecho de los pueblos germanos, el espíritu de la ley del talión se manifestaba en la llamada Blutrache o venganza de sangre.

El rey babilonio Hammurabi dijo:
 "Cuando dios me encargó llevar el orden justo a las gentes y mostrar al país el buen camino, puse en la lengua del país la ley y la justícia y así fomento el bienestar de las gentes". La ley del talión es una antigua regulación de lajusticia basada en el principio de que al delincuente se le debía inferir el mismo mal causado a la víctima. Supuso un avance respecto de la venganza incontrolada, dado que introdujo el concepto de la proporcionalidad de la pena, aunque continuó estando en manos del propio ofendido, y no de un juez.


"Ojo por ojo y diente por diente." 

Aún en la actualidad existen ordenamientos jurídicos que se basan en la ley del talión, especialmente en los países musulmanes.

SUCESORES de HAMMURABI
Hammurabi fue el sexto rey de la Dinastía amorita o I Dinastía de Babilonia. Durante su reinado, esta ciudad - estado alcanzó una época de esplendor. Su labor como gobernante fue fructífera en varios aspectos.
Una vez se hubo asegurado Babilonia, Hammurabi se revolvió contra su antiguo aliado Zimrlim de Mari. Unos sellos de arcilla encontrados en esta ciudad, muestran no sólo la ocupación militar de la ciudad, sino también a los funcionarios babilonios trabajando en la catalogación de archivos oficiales de Zimrilin. Asiria y Eshnunna seguían resistiendo, aunque Hammurabi controlaba tanto Assur como Nínive. Así pues, al final de su reinado, Hammurabi ejercía su soberanía sobre toda Mesopotamia, tanto al norte como al sur de Babilonia.
A sus sucesores les pide que "presten atención a las palabras que he inscrito en mi estela" y pese a ello, entre los documentos de la corte y contrato que se conservan del período paleo-babilónico, sólo se conoce uno en el que se haga referencia al Código.
La personalidad política de Hammurabi ensombrece el resto de su dinastía que, sin embargo, aún habría de sobrevivir unos ciento cincuenta años, hasta 1595.

I dinastía: Dinastía Matru o Amorrea


Monarca
Inicio del reinado
Final del reinado
Sumu-abum
1894 a. C.
1881 a. C.
Sumu-la-El
1880 a. C.
1845 a. C.
Sabium
1844 a. C.
1831 a. C.
Apil-Sîn
1830 a. C.
1813 a. C.
Sîn-Muballit
1812 a. C.
1793 a. C.
Hammurabi
1792 a. C.
1750 a. C.
Samsu-Iluna
1749 a. C.
1712 a. C.
Abi-Eshuh
1711 a. C.
1684 a. C.
Ammi-Ditana
1683 a. C.
1647 a. C.
Ammi-Saduqa
1646 a. C.
1626 a. C.
Samsu-Ditana
1625 a. C.
1595 a. C.

Pero esa no es la causa de la decadencia real que conoce el imperio paleobabilónico tras Hammurabi.
Sus sucesores se vieron envueltos en múltiples conflagraciones que lesionaron gravemente una economía en situación crítica.
Durante el reinado de Samsu-Iluna, el imperio babilónico perdió muchas provincias. Él luchó contra el rey Rin-Sim II de Larsa. La mayor parte de la lucha ocurrió en el Elam y la frontera de Sumer antes de que Rim Sim II fuera capturado y ejecutado. Durante la guerra también destruyó parcialmente la ciudad de Ur y de Uruk.
Un personaje llamado Iluma Ilu (del País del Mar, en la costa del Golfo Pérsico), fingiendo ser un descendiente de Damiq-Ilishu (el rey pasado de Isin), levantó la rebelión contra Samsu-Iluna en Sumer. Iluma-Ilu ganó la libertad de sur de Sumer de Nippur. Kutir-Nahhunte I, rey de Elam, también atacó a Samsu-Iluna, derrotándole y Elam ganó de nuevo independencia de Babilonia.
Samsu Iluna en el 1741 a. C., durante esta época de , los casitas invadieron por primera vez el imperio de Babilonia. Se supone que debe haber sido bajo el mando del líder casita Gandash, al que los casitas recordarían más adelante como conquistador de Babilonia, aunque no existe ninguna evidencia textual contemporánea referente a que los casitas estuvieran al mando del tal Gandash.
Abi-Eshuh tuvo que enfrentarse contra los nómadas casitas, esta vez en 1708 a. C. Estuvo en guerra con el País del Mar. Fue sucedido por Ammi-Ditana
Ammi-ditana, Rey de Babilonia (1683-1647 a.C.). (Am-mi-di-ta-na) Noveno rey de la I dinastía de Babilonia (dinastía amorrea), hijo y sucesor de Abi-eshukh. Ammi-ditana, recogido en la Crónica real babilónica y en otras Listas reales, conquistó Der y otros territorios perdidos en tiempos de Samsu-iluna, fortificó determinadas zonas, restauró las murallas de Babilonia y saneó canales. Sin embargo, hubo de compartir el dominio del sur de Mesopotamia con algunos reyes, componentes de la II dinastía de Babilonia (I dinastía del País del Mar), entre ellos Damiq-Ilishu, a quien pudo tomarle la ciudad de Isin, destruyendo a continuación sus murallas. Fue sucedido en el trono por Ammi-saduqa. 
de la biblioteca de  
Asurbanipal enNínive 
(actual Mosul, en Iraq),
 es un texto del siglo
 VII a. C. copia de un texto 
babiloniounos mil
 años anterior, que recoge
 observaciones 
astronómicas de la aparición y 


desaparición del planeta Venus

Ammi-Saduqa, fue el décimo rey (1646 a. C. - 1626 a. C.) de la Dinastía I de Babilonia (amorrea), sucesor de Ammi-Ditana.

En su tiempo el reino babilonio entró en una fase de descomposición total, con una grave crisis social interna agravada por la presión de pueblos extranjeros, sobre todo de los casitas, que penetraron en todos los estratos babilonios, trabajando como peones, artesano e incluso soldados del mismo ejército babilónico.
De este rey quedan algunos edictos bienintencionados, que fueron ineficaces para frenar la decadencia del imperio. Le sucedió su hermano Samsu-Ditana, que fue el último monarca de su linaje.


Samsu-Ditana, Rey de Babilonia (1625-1595 a.C.). (Sa-am-su-di-ta-na) Undécimo y último rey de la primera dinastía de Babilonia (dinastía amorrea), hermano y sucesor de Ammi-Saduqa. Samsu-Ditana se halla documentado en la Crónica de los reyes antiguos y en diferentes listas reales babilónicas (A y B), pero no ha llegado ninguna inscripción de lo acontecido en su largo reinado de 31 años. Hubo de gobernar en medio de una profunda crisis económica y social y su reinado se vio interrumpido por el ataque desestabilizador e inesperado de los hititas, quienes, bajo las órdenes de Mursilis I, se presentaron en Babilonia. Samsu-Ditana hubo de encontrar la muerte en aquel ataque. 
En primer lugar serán las ciudades del sur mesopotámico las que se levanten contra el poder imperial y a partir de 1720 aproximadamente se establece una dinastía, enfrentada a Babilonia, en el extremo sur de Mesopotamia, que se conoce como País del Mar y que tiene quizá como capital la ciudad de Ur. Por otra parte, Eshnunna también se independiza y, en el oeste, el antiguo territorio de Mari queda unificado bajo el nuevo reino de Khana, con capital en la importante ciudad de Terqa, que no logra alcanzar el esplendor de la época de Mari.



Hititas
La compartimentación del estado territorial no favorece la acción contra la presión de los nómadas que mencionan los textos. Ahora se producen cabalgadas de gentes denominadas casitas, cuya procedencia remota se desconoce, aunque descienden a Mesopotamia desde el Zagros. Los documentos del reino de Khana nos permiten asegurar que algunos de estos casitas habían logrado asentarse allí y pronto los encontraremos participando en el colapso de Babilonia. Éste se produce por el efecto militar de la campaña del rey hitita Mursil I; sin embargo, Mursil no es más que el último eslabón de una cadena rota por la profunda crisis agraria que azota al país y por las tensiones del comercio interestatal. En definitiva, es la desestructuración económica la que impide una defensa efectiva del estado.
El interés económico de los hititas en la ruta que une la zona central de Mesopotamia con Siria y con la propia Anatolia -desestabilizada por la debilidad de Babilonia-, termina provocando la expedición de Mursil contra la ciudad, que es saqueada en 1595 y la estatua del dios supremo Marduk es conducida al exilio.
De este modo concluye la dinastía amorrea que había gobernado durante el Imperio Paleobabilónico y sobre sus ruinas se lanzarán los casitas que, sin dificultad, se ensoñorean del territorio.

INTRODUCCION A ESTA NUEVA ETAPA DE INVASIONES
ANTECEDENTES: HITITAS, HURRITAS, MITANI Y CASITAS

Introducción

Desde el primer gran movimiento de pueblos hasta el Imperio Asirio nos situamos ante unas fechas que van desde 1500 al 800 a.c,
en Mesopotamia existe el predominio babilónico, una vez expulsados o absorbidos los casitas y un segundo momento en el que surge una nueva potencia ASIRIA.
Señalar, que desde las primeras grandes invasiones de casitas, mitani, hititas, hurritas...etc Babilonia pierde su papel de elemento politico central. En adelante sera mas importante en el terreno cultural: el akkadio es el idioma de la adminsitracion , como el latin lo es en la edad Media.
Se crea una serie de reinos dominados por las minorías invasoras: 
  • Casitas en Babilonia
  • Hurrita y mitani al Norte del Tigris y el Eufrates
  • Hitita en Asia Menor


Todos ellos se relacionan comercialmente y en política con el imperio Nuevo de Egipto. en la primera mitad del siglo XIV Asiria se hace independiente de los mitani con  ASSUR-UBALLIT. Desde ahora estos últimos constituyen un estado tapón entre todos, de aquí que se llame la época del "equilibrio entre estados", como en el siglo XVIII europeo. entre ellos los conflictos son frecuentes con desenlace poco claro.
En el aspecto social, continúan las transformaciones iniciadas en la época de HAMMURABI, sobre todo en el régimen de la tierra. Se regala ésta a los guerreros victoriosos para recompensarlos, pro lo que surge una nueva clase social de propietarios que se enreda en largos pleitos con la antigua y que se narran junto con la sentencia final en la piedra llamada KUDURRU.
En los templos se acentúa el proceso de laicizacion: dependen cada vez menos de la corte a través de numerosos funcionarios del rey. 
Respecto a la estructura social, existe una organización dualista: una clase de funcionarios y oficiales y otra clase de aldeanos y artesanos, oprimida por los impuestos y las prestaciones personales.
La mayor innovación de los pueblos citados se refiere al ejército ya a los armamentos, sobre todo los carros de guerra. Estos requerían una técnica compleja y una economía organizada, siendo el producto ejemplar en la sociedad de esta época.
Los construían a sus expensas ciudades y pueblos y los recogían luego ciclos funcionarios. También se transforman, debido a ellos los métodos de guerra, con la división del ejercito en dos alas.
Hacia 1800 ac los hititas, hurritas y mitani, pueblos como veremos indoeuropeos, invaden Oriente Próximo. Lo que sabemos de ellos aun es incocluso y fragmientado  y se debe a la arqueología.
En un primer momento forman pequeños reinos independientes, entre si hasta que sobre todo el caso hitita, logren construir un estado unificado. Ya tenemos textos escritos, pues adoptan el alfabeto y lengua babilónica y su sistema de tablillas.
Los Hurritas consolidan sus pequeños estados entre Asia Menor y el Tigris Oriental. Nunca fueron mas que una casta guerrera de origen indoeuropeo que se superpuso a las poblaciones nativas. Avanzaron hacia Palestina y, en parte, provocaron la invasion de los Hicsos en Egipto. Sus construcciones políticas fureon las mas inestables y, en gran parte, se integraron en el imperio Hitita o en Mitani.
Los mitani eran mas numerosos y constituyeron su reino en la Alta Mesopotamia,incluyendo Asiria. La idea que tenemos de su historia es muy vaga porque disponemos de pocos datos y estos siempre proceden del exterior, sobre todo la correspondencia de TELL-EL-AMARNA y Khattusha o Hattusha. 
Parece ser que a mediados del segundo milenio era la potencia dominante en el Próximo Oriente y que su prestigio era considerable. Después entra en decadencia y acabará desapareciendo ante los ataques de los asirios ya como imperio.

Hititas
Hurritas
Casitas
 Veamos ahora a cada uno de estos pueblos por separado, origen evolucion e hIstoria.

HITITAS

La Historia de los hititas es la de este pueblo de la Antigüedad asentado en la península de Anatolia, formando un puente entre Asia y Europa, habiendo arribado probablemente del Cáucaso.. Alrededor del siglo XVIII a. C. , fundaron un reino con capital en Hattusas o KHATTUSHA, que, con el tiempo, llegó a convertirse en una de las grandes potencias de Oriente Próximo, junto a Mitani, Egipto (del que fue gran enemigo)  y Asiria, abarcando, en el momento de su máxima expansión (siglo XIII a. C.), prácticamente toda Anatolia y partes importantes de Chipre, Siria y Mesopotamia.
Fueron denominados khettas, por los egipcios, y khatti, por los asirios
Los hititas desaparecieron bruscamente de la historia durante la embestida de los pueblos del mar, aproximadamente en el año 1200 a. C.( crisis del 1200 :el ataque de los pueblos del mar, que hace desaparecer a los hititas. YA HABLAREMOS DE estas invasiones)
Físicamente, aparecen representados con aspectos disímiles, lo que demuestra que obedecerían a una mezcla étnica, con predominio mongol. Aparecen con un calzado muy característico. Sus botas, tienen la punta doblada, para proteger el dedo mayor, característico de los pueblos que moran en zonas montañosas. Hablaban una lengua similar a la aria.
Tradicionalmente, la historia hitita se ha divido en tres partes:
  1. el reino antiguo, donde los hititas edificaron un poderoso reino;
  2. el reino medio, una etapa bastante oscura y con cierta decadencia de la fortaleza hitita;
  3. el reino nuevo, donde los hititas alcanzan la categoría de imperio y su máxima expansión.
No obstante, en la actualidad se dispone de suficiente información para desechar la existencia del reino medio, prefiriéndose hablar de una etapa oscura o de decadencia, anterior al reino nuevo.

Anatolia central al comienzo del segundo milenio

La situación en Anatolia para la época de la que disponemos documentación, gracias a los restos arqueológicos de comerciantes asirios, es bastante complicada. Por un lado, parece existir una cultura nativa, de lengua no indoeuropea, representada por los Hattis, y que se caracteriza por una civilización urbana refinada, de la que se conservan numerosos vestigios en Hacilar, Çatal Hüyük y Alisar. Sin embargo, junto a esta cultura aparece otra, que usa lenguas indoeuropeas, particularmente en la ciudad de Nesa. No es posible saber si estos elementos indoeuropeos se corresponden con la migración de algún pueblo distinto al hatti, al que podríamos llamar hitita, y si esta migración, en caso de haberse producido, fue pacífica o violenta.
La teoría más común sobre el origen de los hititas es que una serie de tribus de habla indoeuropea emigraron desde Europa a Anatolia, mezclándose con (o conquistando) a las civilizaciones locales, para acabar formando una cultura común. Destaca particularmente la posibilidad de que el origen de los elementos indoeuropeos esté relacionado con la cultura de Kurgan (del ruso Kourga, que describe las tumbas de la élite de esta cultura), civilización del V milenio a. C., que con toda probabilidad hablaba una lengua próxima al indoeuropeo original, y se extendía por las llanuras entre el Dnieper y el Volga.

Tendrán que pasar casi 100 años para que comiencen a salir a la luz las nuevas entidades políticas resultantes de la transición de todo este oscuro periodo histórico. El substrato cultural y étnico hitita ha salido triunfante  y poco a poco nuevos estados, superpuestos o evolucionados a los de antaño, comienzan a dar señales de vigor. Estamos en los comienzos de una nueva era, la Edad del Hierro, e importantes yacimientos comienzan a explotarse por estos estados en todo el arco montañoso del norte de Siria, este comercio sin duda se convertirá en la primera fuente de riqueza y la principal materia de intercambio con sus vecinos. Y el desarrollo, una vez comenzado, es favorecido tanto por su propia situación geográfica, la mayor parte de las veces situados en zonas montañosas a cubierto de sus belicosos vecinos frigios , como por la debilidad de las grandes potencias de siempre, Egipto y Asiria, incapaces por el momento de intervenir con fuerza en esta parte del Medio Oriente.

Restos Arqueologicos de Hattusa
Los descubrimientos realizados desde 1906 en Bogasköy, en la meseta de Anatolia, Turquía, permitieron dar con los restos de Hattusas, la antigua capital del imperio hitita del segundo milenio antes de Cristo. Los hititas eran un pueblo mayormente desconocido hasta entonces y que en las páginas de la Biblia se identifican con los heteos, los descendientes de Het (Génesis 10:15; 1 Crónicas 1:13). 
Según el Antiguo Testamento mantuvieron contacto desde tiempos antiguos con los israelitas como lo indican indican los casos de Abraham (Génesis 23:3), Esaú (Génesis 26:34), Moisés (Números 13:29), Josué (Josué 1:4), los jueces (Jueces 1:6), David (1 Samuel 26:6; 2 Samuel 11:3), Salomón (1 Reyes 10:28), Eliseo (2 Reyes 7:6) y Ezequiel (Ezequiel 16:3, 45).
Tablilla hititas con los
hallazgos del rey Hattusil I

El estudio de los cerca de diez mil documentos en tablillas cuneiformes rescatados en Hattusas sacó a la luz muchos contratos que por su fecha tienen la importancia de ser contemporáneos de la época de Moisés



Influencia asiria y formación del reino hitita

Durante los primeros siglos del segundo milenio a. C., los asirios, destacados comerciantes, inundaron Anatolia de pequeñas colonias mercantiles, centralizadas en la ciudad deNesitas, que ellos llamaban Kanesh. Los registros de sus transacciones nos permiten atisbar una fructífera importación de materiales como el bronce, escasos en Asia Menor, y una situación política fragmentada, con numerosos principados, que, sin embargo, tenían la suficiente estabilidad como para asegurar un marco legal útil para los asirios.
El sitio arqueológico de Hatusa, antigua capital del Imperio Hitita, es excepcional por los vestigios del trazado y la organización de la ciudad, los tipos de construcciones conservadas –templos, mansiones reales y fortificaciones– y la riqueza ornamental de la Puerta de los Leones y la Puerta Real, así como por el conjunto de arte rupestre de Yazilikaya. En el segundo milenio antes de nuestra, esta ciudad tuvo una influencia considerable en Anatolia y el norte de Siria.





Rodeada por imponentes murallas, con una ciudadela y numerosos templos en su interior, Hattusa, en el centro de la actual Turquía, fue el corazón del poderos Imperio hitita; luego cayó en el olvido. Con la apertura de las murallas comenzaba la intensa actividad diaria en una ciudad que se extendía sobre casi doscientas hectáreas de terreno y que en tiempos del Reino Nuevo hitita, entre 1370 y 1270 a.C., alcanzó su máximo esplendor bajo soberanos como el gran Suppiluliuma I, vencedor de los hurritas de Mittani, el enemigo secular de Hatti.
Poco se sabe sobre estos reinos - parece ser que Nesa perdió la preeminencia momentáneamente a manos de otra ciudad, Mana, e incluso fue destruida, pero, recolonizada, tardó poco en recuperar la hegemonía, sólo para perderla de nuevo a manos de Pittkhana (Pithana) de Kushara y su hijo Anitta. Anitta edificó un pequeño imperio, conquistando numerosos reinos (entre ellos, la ciudad de Hattusas que destruyó totalmente y sobre la que lanzó un anatema). El imperio de Anitta se considera el precursor de los hititas, ya que aún después de su muerte, cuando la ciudad de Hattusas fue reconstruida (bajo Hattusil I), los monarcas hititas afirman descender de la casa de Kushara.
Aparte de Anitta, existen referencias a dos posibles antecesores de los hititas, Tudhalia y Pusarrumas, pero nada se sabe sobre ellos.

El Reino Antiguo

El reino antiguo (aproximadamente 1680-1430 a. C.) se corresponde con las fases iniciales del reino de Hattusas, que, de un pequeño principado, pasó a ser una potencia con intereses en Asia Menor y Siria, aunque en el último siglo de este periodo cedió poder y protagonismo a Mitani.

Los inicios del reino de Hattusas

Poco sabríamos de los primeros reyes de los hititas si uno de ellos, Telebino, no hubiese escrito 150 años después del inicio de este periodo, un edicto encaminado a justificar la necesidad de sus reformas, que incluye una introducción histórica al origen del poder hitita, en la que se menciona a tres monarcas: Labarna I, Hattusil I y Mursil I.
Se desprende de este documento que el verdadero fundador del imperio hitita fue Labarna, que agrupó a las diferentes ciudades-estado y los pequeños reinos bajo una autoridad central y ensanchó las fronteras del recién creado reino hacia el oeste y hacia los mares Negro y Mediterráneo. También es posible que consolidara la institución de la monarquía al dictar disposiciones que garantizaran la sucesión. El nombre de Labarna se usó con posterioridad como sinónimo de "rey", lo que lleva a algunos historiadores a dudar de la existencia real de este monarca.
Su hijo Hattusil I pudo apoyarse en la base política que Labarna le legó, para lanzar numerosas campañas militares, principalmente contra el reino de Alepo y contra los hurritas. Por otra parte, estableció en Hattusas la capital de los hititas, que se iba a mantener en esa ciudad hasta el final del imperio (excepto durante un breve periodo del reino nuevo). Hattusil, en un testamento que se ha conservado, repudió a su hijo, y nombra sucesor a Mursil I, su nieto, a quien también nombra hijo adoptivo.
La capital de su reino era Hatussa (actual Bogazköy), en la meseta Armenia, para los hititas del Asia Menor, fundada a mediados del siglo XVII a. C., por Hattusil I. Usaban su propio idioma y para escribir sus documentos, signos cuneiformes.
Su panteon consta de un numero abundante de dioses que probablemente se genero cuando el gobierno se centralizo, particularmente durante el periodo imperial alrededor de 1400 - 1200 A.C., hubo esfuerzos para unificar muchas de las deidades locales y formar un panteon estatal. 
En Hattusa se han localizado más de treinta templos que, en general, constaban de un sótano y una primera planta donde se hallaba la entrada, el patio central con las habitaciones y almacenes a su alrededor, y una sala de culto en la que se custodiaba la estatua de la divinidad, hecha en metal o madera y dispuesta sobre un pedestal.
Pero la ciudad de Hattusa no la formaban sólo palacios y templos. En su interior se movía una población de más de 100.000 personas, a la que se sumaban los numerosos visitantes. La capital hititia era uno de los centros más cosmopolitas del Próximo Oriente, tanto como lo podían ser Babilonia en Mesopotamia o Tebas en Egipto. Pero su brillo se fue apagando lentamente a partir de 1250 a.C. El reino de Hatti entró en crisis debido a la cada vez mayor independencia de los territorios conquistados y a las continuas guerras civiles relacionadas con la sucesión al trono. Suppiluliuma II, hijo de Tudhaliya III y último rey hitita mencionado por las crónicas, desapareció repentinamente de la historia hacia 1190 a.C. al mismo tiempo que Hattusa fue destruida y abandonada.
Mursil I estrechó los lazos que unían a las ciudades-estado e incorporó éstos al reino hitita, de tal modo que puede ser considerado como el principal artífice de lo que sería el Imperio Arcaico o Reino Antiguo. Expandió aun más las fronteras, llevando, a modo de venganza, la conquista de Alepo (en cuya empresa había fracasado Hattusil), además de derrotar a los hurritas. Estas victorias convirtieron al reino hitita en una de las potencias de Oriente Próximo, hasta el punto de que, una vez conquistada Alepo (1595 a. C.), 
Mursil encabezó una expedición contra la ciudad de Babilonia, que tomó y saqueó, una empresa más sorprendente que efectiva, ya que la distancia impedía cualquier intento de control efectivo por parte hitita. Tras su marcha, el control de Babilonia pasó a manos de los casitas, posibles aliados de los hititas, lo que provocó la caída de los amorreos.

Fueron denominados khettas, por los egipcios, y khatti, por los asirios. El génesis bíblico hace referencia a este pueblo como heteos, hititas o “hijos de Heth”, al hablar de tribus locales de Palestina. Los griegos los desconocieron, ya que el gran imperio que habían logrado construir se había extinguido para entonces.
Físicamente, aparecen representados con aspectos disímiles, lo que demuestra que obedecerían a una mezcla étnica, con predominio mongol. Aparecen con un calzado muy característico. Sus botas, tienen la punta doblada, para proteger el dedo mayor, característico de los pueblos que moran en zonas montañosas. Hablaban una lengua similar a la aria.
Relieve del último rey hitita,
 Shubiluliuma II, en Hattusa.

Durante el reinado de su primer monarca, Hattusil I, se sucedieron numerosas luchas contra otros pueblos vecinos, por cuestiones territoriales, sobre todo con los hurritas del norte de Siria, y con los gasgas, del sur del mar Negro.

Algunos se dirigieron hacia Palestina y otros invadieron la Mesopotamia, durante el reinado de su segundo rey, Mursil I, y conquistaron Babilonia, hacia fines del siglo XVII a. C. Tras saquearla, la abandonaron, llevándose consigo la estatua del dios Marduk. El primer Imperio hitita duró muy poco.
El Imperio Nuevo fue fundado por Supiluliuma aproximadamente en el año 1380 a. C. contando con una importante fuerza militar. Utilizó carros de guerra y la estrategia de ataques por sorpresa, lo que le permitió apoderarse de Siria.


El reino de Hatti entró en crisis debido a la cada vez mayor independencia de los territorios conquistados y a las continuas guerras civiles relacionadas con la sucesión al trono. Suppiluliuma II, hijo de Tudhaliya III y último rey hitita mencionado por las crónicas, sorprendido por los ataques de los pueblos del mar, que no supo repeler, y que, junto a nuevas invasiones de los bárbaros kaska desapareció repentinamente de la historia hacia 1190 a.C. al mismo tiempo que Hattusa fue destruida y abandonada.
Pero no es lógico, desde cualquier punto de vista,esta simple explicación mencionada en el párrafo superior, y mucho menos, si tenemos en las manos material y fuentes suficientes para elaborar y  dar una logica conclusa y satisfactoria conclusión al final del Imperio de los Hititas.
Al este respecto tomo una buenísima reflexión que concuerda con fechas, fuentes y muhcas otras opiniones que son contrarias a la primera explicación, quizas es más de lo mismo pero explicado mas detenidadmente. Cojo un fragmento prestado para ello:

"Con el tiempo el Reino Hitita adquiriría las proporciones de una superpotencia militar en guerra caliente perpetua con las vecinas Mitanni, Egipto y Asiria. El momento supremo de su poderío lo gozaron en el dulce siglo XIII (siempre antes de Cristo en lo sucesivo), cuando casi toda la península, algo de Chipre, de Siria y Mesopotamia sufrieron el yugo de los reyes hititas. Reyes que desaparecieron como por arte de magia en el año 1200, según unos bajo el empuje de los famosos Pueblos del Mar, y aquí empieza el problema. Veamos si soy capaz de centrar el meollo de la cuestión y poner en la misma parrilla el misterio de los Pueblos del Mar, la Caída de Hattusas y la Guerra de Troya. Comenzemos por el poeta pues que al Principio, antes que la Historia fuese, fue la Poesía.
Homero es un cielo cuando da por hecho que durante los diez años de invasión que tuvieron asediada Troya los Griegos vivieron de los dioses, alimentándose de lo que las gaviotas les traían; pero más angelitos son aquellos que inclinan la cabeza y, contra toda la lógica de las civilizaciones antiguas y el conocimiento de los humanos de las Edades del Hierro y del Bronce, repiten: Sí, sí, amén, aleluya. Lo natural que hubo de darse en un caso semejante fue que los ejércitos griegos, mientras estuvieron asediando Troya, se dedicasen a lo que todos los ejércitos de todos los tiempos y lugares han venido haciendo en estos casos, recorrer el pais, destruirlo todo, violar a mansalva, darse al botín y al pillaje.
Que le cogiesen gusto y los vencedores de Troya se lanzasen desde el Mar por el que vinieron a la conquista de un Oriente Próximo Antiguo para la fecha desprovisto de la fuerza que en los dos últimos siglos le hicieron frente a las invasiones europeas ¿qué? ¡Por qué no!
Que Troya, desde esta perspectiva, formase parte del Imperio Hitita lo implican las fechas asumidas por los historiadores de las cosas antiguas. Eratóstenes fechó la Caída de Troya entre el 1194 y el 1184, y Herodoto en el 1250. Es decir, que unificando la tela del mapa de relaciones entre Troya, (situada en en Helesponto, aquí abajo:)
y la del Imperio Hitita -tal cual se ve arriba- se entiende que aún -caso muy pero que muy superhipotético- habiendo sido el reino de Troya independiente del Imperio de los Hititas, que éste desapareciese justamente en las mismas fechas nos obliga a reconstruir el mapa de la Historia y dedicarnos a los acontecimientos, dejando la poesía para los poetas, sin que por esto dejemos de ver en las aventuras de Ulises, por ejemplo, las correrías de una parte de los ejércitos griegos por la Península de los Hititas. Recorriendo la cual echaron abajo el imperio hasta entonces dominante, y al que estaba sujeto posiblemente Troya, deviniendo para nosotros los destructores de Troya los Pueblos del Mar y para los Hebreos sus bárbaros del momento, los Filisteos de las pesadillas del rey Saúl, por ejemplo.
Pero volvamos a la teoría clásica de la desaparición como por arte de magia de un imperio que estaba en la cumbre de su grandeza, siguiendo así el consejo de sus majestades académicas, aunque tan serios siempre tan dados al oscurantismo y las artes mágicas por las que hoy surge un imperio de la nada y mañana ese imperio cae bajo el hachazo de nadie.
No olvidemos que los Pueblos del Mar -dado el mapa de la región- sólo podían ser los Griegos, los Cretenses y los Chipriotas, a no ser que en el siglo XIII y XII el Mediterráneo se abriera a un océano ignoto con sus islas desconocidas para nosotros. O sea, que el misterio de los Pueblos del Mar que los catedráticos de las historias para poetas han mantenido en el éxtasis de nuestro asombro, pues que los Pueblos del Mar invaden el Oriente Próximo en esas fechas, la Historia recoge la Guerra de
Troya en las mismas, y paralelamente las Crónicas del Mundo ven desaparecer de sus páginas la Historia de los Hititas, la causa de este triple acontecimiento sólo podía proceder de la Confederación Helénico-Cretense-Chipriota a la conquista de Turquía y la Palestina tras la Destrucción de Troya, origen de la Caída de Hattusas y la Leyenda de los Pueblos del Mar.
Traduzcamos palabras de maestros sobre el tema, hablando de la relación entre Troya y los Hititas, al final de las cuales veremos que aún teniendo todas las piezas en la mesa sus majestades no se atreven a identificar a los Pueblos del Mar con los ejércitos Griegos que arrasaron Troya, se desparramaron sobre el Reino de los Hititas, del que dependían el Famoso Príamo y su hijo Héctor, y bajando bajando se convirtieron en los Filisteos, que es la palabra común con la que los Hebreos llamaban a lo que nosotros llamamos en sus tiempos "los Bárbaros".
No creo que sea una ofensa el que un día, en otros tiempos, nosotros, los europeos, tan cultos y civilizados hoy, fuésemos ayer los Bárbaros del Oriente Próximo Antiguo. A mí no me molesta; la derrota de Troya fue la puerta abierta hacia la conquista de un reino que no supo defender a sus reyes vasallos, simplemente. Troya fue el caballo que los Griegos introdujeron en el imperio hitita. El Poeta, a su forma pues, tenía razón: hubo Caballo de Troya. Cumplamos la palabra (la traducción es literal pero voy a mi bola. Si alguien quiere traducir punto por punto, esta es la dirección Introduction to the Hittites). Y ahora, sí:
Virtualmente no se sabía nada sobre los Hititas (hablando de antes del descubrimiento de la ciudad de Hattusa, que revolucionó el panorama de la Historia del Próximo Oriente Antiguo Occidental, y junto con la resurrección de la ciudad de Troya revolucionó el conocimiento del Mundo Antiguo, aunque esta revolución no se ha consumado aún, como se ve por el miedo de los maestros a acabar de tomar las conclusiones finales). La biblia los colocó -a los Hititas- en Palestina, y por lo tanto los eruditos automáticamente dieron por sentado que los Hititas fueron un pueblo perteneciente al conglomerado de pueblos propio de las Cuatro Regiones (Mesopotamia Antigua). Existían restos de estatuas labradas en roca, dispersas por aquí y allá en Siria, y por lógica los maestros cerraron el caso; los Hititas formaban parte de la población siria. Y ya está. Y como las primeras tablillas del language hitita pertenecían a los reyes del reino de Arzawa, a la lengua hitita se la llamó al principio "lengua Arzawan".
De repente todas las ideas preconcebidas que se habían elaborado sobre la historia hitita fueron barridas del mapa por el descubrimiento de la verdadera capital del Imperio Hitita, Hattussas, cerca de Bogazköy, una ciudad pequeña de Anatolia central. Los fortalezas "ciclópeas" de estilo no-Clásicos descubiertas en Bogazköy dejaron perfectamente claro que allí tuvo su sede una ciudad importante. Las tablillas de una Biblioteca Perdida, por fin hallada, comenzaron a salir de las profundidades de la tierra. ¡10.000 tablillas más sus correspondientes fragmentos!, un tesoro de valor incalculable a los ojos de todo historiador-arqueólogo-descubridor. Algunas de esas tablillas estaban en Akadio, una lengua bastante conocida por los eruditos, y las que estaban en "Arzawan" venían tituladas en Akadio igualmente, de modo que aunque los eruditos no pudieran leer el texto en sí, podían asegurar que tal tablilla había sido escrita por "Tal-y-Tal, gran rey, rey de Hatti". Tomando como apoyo esta evidencia abrumadora, Bogazköy (Hattussas) fue reconocida como la verdadera capital de los hititas, la lengua de "Arzawan" fue retitulada "hitita", y los hititas finalmente reconocidos como una potencia de primera línea durante la Edad del Bronce del Oriente Próximo Antiguo.
Y vaya que si lo fue. Hasta entonces la región no había conocido un imperio de sus dimensiones, y con toda justicia se puede decir que inventaron el método de gobernar mediante Tratados de vasallaje. Y ya puestos -dicen los maestros, cometiendo el imperdonable lapsus de borrar de la escena a los Hebreos - se les puede hasta declarar los primeros historiadores del mundo, aduciendo que como parte de su justificación de dominación política, s us tratados incluyeron los resúmenes históricos respecto a las relaciones entre los dos estados firmantes. Los asirios parecen haber incorporado esto género a su propia lógica, y finalmente los Griegos elevaron este arte a su nivel científico cual nosotros lo conocemos y entendemos por lo que es Historia.
En la guerra los Hititas fueron los Másteres del famoso y legendario carro de hierro de las leyendas homéricas, probablemente la forma más romántica de hacer la guerra desde los tiempos de Caín hasta el Medioevo. De hecho fue gracias a su técnica y dominio de los carros de hierro que los hititas hicieron suya la península turca, y posteriormente dominaron Siria contra y a pesar de la oposición egipcia. Los hititas perfeccionaron el arte de la guerra con carro al punto de hacer de su uso la Edad de Oro de la Carrocería de Hierro. Mientras los carros hititas basaron su poderío en la agilidad, su evolución posterior tendió a la pesantez, restándole brillo a sus maniobras y su importancia en la guerra, deviniendo cosa de museo y de fiestas de circo y paseos de Triunfo en los días de los Césares. Tanto fue el poderío de los carros de hierro hititas que no es pecar de andaluz afirmar que cuando los hititas desearon la guerra, el Cercano Oriente tenía guerra, y cuando los hititas quisieron paz, el Cercano Oriente tuvo paz. La misma Edad de Bronce les perteneció y cuando desaparecieron, desaparecieron con ellos los Aquiles, los Agamenones, los Ulises, los Hércules y demás héroes de la Edad del Bronce.
La importancia del mundo hitita no se limitaba al Este. Al Oeste del Edén su importancia tenía un peso fundamental como acrisolador de culturas. Los eruditos se han visto de siempre confusos para determinar si un objeto hitita venía de Siria o de Iona. No es mentira que los prototipos de los mitos griegos homéricos se han encontrado en archivos hititas. Tampoco deja de ser verdad que el hecho de basarse estos prototipos en la cultura nativa de la Antigua Anatolia, sobre cuyo sustrato humano la capa invasora indoeuropea alzó su civilización, esos prototipos se fueran perdiendo, desplazados por el legado cultural del mundo oriental en el que se habían integrado los reyes de Hattussa.
Aún más importante para la ciencia es el valor de los archivos hititas respecto a la legalidad histórica de los mitos homéricos, probando a ciencia cierta que contienen elementos de una historia verdadera. Schliemann (descubridor de la ciudad de Troya) encontró con qué probar las palabras. Los hititas son ellos mismos las palabras: fueron los verdaderos amos de Troya, estuvieron en contacto directo con los Aqueos. Y será, pues, aquí, en los archivos hititas, donde en verdad en verdad comienza la historia de Grecia. Y esta historia está íntimamente ligada a la guerra de Troya.
Obviamente, y volviendo al miedo de los profesionales a la hora de reescribir la Historia de Europa a la luz del descubrimiento de Hattusa y de Troya, lo que implicaría una aventura maravillosa y genial para la que ya están viejos, el futuro aguarda con paciencia a sus escribas y por sus manos correrá la tinta de la verdadera Identidad de los Pueblos del Mar, el lugar de la Guerra de Troya fuera de la Ilíada y la Odisea y la relación sanguínea entre los Aqueos forjadores del Mundo Clásico y los Hititas, los últimos Héroes del Mundo Antiguo."

Lengua,Religión y mitología 


Lengua hitita La lengua hitita, también llamada nesita, es la más importante de la extinguida rama anatolia de las lenguas indoeuropeas, siendo los otros miembros el luvita, el palaico, el lidio y el licio. Uno de los grandes logros de la arqueología y la lingüística es el haber descifrado esta lengua, que se considera la más antigua de entre todas las lenguas indoeuropeas documentadas. Precisamente, al ser la más antigua, resulta interesante por los elementos de los que carece y que se hallan presentes en lenguas documentadas posteriormente.

Una de sus características principales es el gran número de palabras no indoeuropeas que contiene, debido a la influencia de culturas de Oriente Próximo, como la hurrita o la cultura del pueblo de Hatti, siendo especialmente acusada esta influencia en los vocablos de origen religioso. Consta de la mayoría de los casos habituales en una lengua indoeuropea, dos géneros gramaticales (común y neutro) y dos números (singular y plural), así como diversas formas verbales.

Aunque parece que los hititas contaban con un sistema de pictogramas, pronto comenzaron a usar también el sistema cuneiforme.

El gran templo (templo 1) de Hattusa

La religión hitita llegó a ser conocida como «la religión de los mil dioses». Contaba con numerosas divinidades propias y otras importadas de otras culturas (muy especialmente, de la cultura hurrita), entre las cuales se destacaba Teshub, el dios del trueno y la lluvia, cuyo emblema era un hacha (algo semejante, aunque puede ser casual, se observa en la civilización minoica, con su labrix), y Arinna, la diosa del sol. Otros dioses importantes eran Aserdus (diosa de la fertilidad), su marido Elkunirsa (creador del universo) y Sausga (equivalente hitita de Istar).

Un día, Telepinu, dios de las cosechas se enfadó con el mundo, aunque nadie recuerda porque motivo. Pero tal era su rabia que, en sus prisas, se puso la bota derecha en el pie izquierdo y la izquierda en el derecho.
Sin él, el mundo se cubrió de niebla. Los troncos de las hogueras se negaron a arder, los dioses no podían escuchas las plegarias de los hombres, y dioses hombres empezaron a pasar hambre.
El padre de Telepinu, dios de la metereología, estaba preocupado. Y la diosa madre Hannahanna, le imploró que hallara a su hijo antes de que todo pereciera. 
Enviaron un águila en busca de Telepinu, pero no lo encontró. Luego fue su propio padre el que acudió a casa de Telepinu y golpeó las puertas con su martillo. Pero fue inutil.
-Enviemos una abeja en su busca -dijo Hannahanna.
-No seas ridícula -replicó el dios de la metereología-. Una abeja es demasiado pequeña para conseguirlo.
Aun así, Hannahanna la envió.
La abeja buscó por todas partes, y finalmente encontró al dios dormido en el bosque. Tal como Hannahanna le había ordenado, la abeja picó a Telepinu en las manos y los pies, y untó con cera sus ojos.
Hannahanna había creído que eso haría entrar en razón a Telepinu, pero sólo consiguió irritarle todavía más. Su rabia renovada provocó inundaciones que destruyeron casas, hombres y animales.
Finalmente llamaron a Kamrusepas, diosa de la curación y de la magia, la cual subió la ladera de una montaña con doce carneros como sacrificio para apaciguar la ira de Telepinu.
-Guardián de los Infiernos -exclamó Kamrusepas-, abre los siete cerrojos. Acoge en tu caldero la rabia, la malicia y la furia de Telepinu ¡y no permitas que vuelvan jamas!
Entonces, en medio de grandes truenos y relámpagos, y montado a lomos de una águila, Telepinu regresó.
Ante él, la gente levantó un poste, del que colgaba el pellejo de un carnero, y al pie depositaron ofrendas de trigo, vino y carne.
A Telepinu le complacieron tanto aquellas ofrendas que presagiaban prosperidad, abundancia, larga vida y muchos hijos, que su ira desapareció.



El rey era tratado como un escogido de los dioses y se encargaba de los más importantes rituales religiosos. Si algo no iba bien en el país, se le podía culpar a él si había cometido el más mínimo error durante uno de esos rituales, e incluso los propios reyes participaban de esta creencia; así, por ejemplo,Mursil II atribuyó una gran peste que asoló el reino hitita a los asesinatos que llevaron a su padre al trono, y realizó numerosos actos para pedir perdón ante los dioses.


Título del libro:

 El Misterio de los Hititas

Autor: Ceram C W
Acerca de:
"El Misterio De Los Hititas"



”Esta historia empieza en 1834 cuando Charles Texier se encontró, desorientado, ante las ruinas de Bogazköy, y termina con el hallazgo, el año 1947, en el Karatepe, de los textos bilingües que han facilitado la clave necesaria a nuestro conocimiento más profundo de este pueblo y de su Imperio”. 


Publicado en 1955, este libro recorre más de cien años, pues, de investigaciones arqueológicas y filológicas acerca de un pueblo que sólo existía hasta entonces en breves enumeraciones bíblicas, al lado de otros de importancia histórica secundaria, y al que se suponía, como a los otros, una filiación cananea, es decir, semita, y del cual no se podía afirmar nada más. Hoy sabemos que se trata del primer gran Estado indoeuropeo de la historia, surgido en el segundo milenio a.C., anterior a la otra gran formación política del mismo origen y situado en la misma área - el Imperio Mitanni, tan desconocido como aquél hasta bien entrado el siglo XX, y que, del mismo modo, precedió a los Estados surgidos al norte de la India, también de procedencia indoeuropea.

Gracias a nuestros conocimientos actuales se ha desvelado en parte el misterio de otros pueblos de Asia Menor (Imperio o Reino de Arzawa, Reino o Reinos de Ahiyawa), que aparecen repetidamente en los textos descifrados y cuya ubicación nos hace sospechar con fundamento que estamos ante la mismísima geografía política de la Ilíada en una fase previa a la guerra de Troya, e incluso mucho más temprana, si bien ya consecuencia de la expansión aquea de mediados del segundo milenio. ¿Aparecerá algún día un texto hitita que nos hable del no tan legendario asedio? De ser así la historia tendría otra deuda impagable con arqueólogos y filólogos, a la par que éstos justificarían con creces su labor y demostrarían la rentabilidad social de las inversiones destinadas a sus trabajos. 

Pueblos del Mar

Pueblos del Mar es el nombre dado por Emmanuel de Rougé a una serie de pueblos de la Edad del Bronce que migraron haciaOriente Próximo durante el 1200 a. C. Navegaban por la costa oriental del Mediterráneo y atacaron Egipto durante la dinastía XIX y especialmente en el año octavo del reinado de Ramsés III, de la dinastía XX.
Algunos estudiosos los hacen responsables del hundimiento de la Civilización micénica y del Imperio Hitita, a finales del siglo XIII a. C., dando lugar al comienzo de la Edad Oscura, pero esta hipótesis es controvertida.
Existen escasos documentos sobre quiénes eran los Pueblos del Mar, dónde y cómo actuaron. Por otro lado, los antiguos textos suelen narrar la historia parcialmente. La arqueología ayuda a comprender situaciones que pueden contradecir a los textos, pero los datos de las excavaciones son escasos en este sentido.

Etimología

El nombre de Pueblos del Mar se debe a Emmanuel de Rougé, que lo utilizó a mediados del siglo XIX para denominar a los diversos pueblos que aparecían en algunas inscripciones y textos egipcios, hallados en Medinet Habu y fechados a finales del Imperio Nuevo, que fueron traducidas por John Baker Greene como «procedentes de las islas de en medio del mar».
Posteriormente, Gaston Maspero acuñó el término, apoyándose en la teoría expuesta por Rougé y Chabas, que sostenía: «Los Pueblos del Mar fueron los componentes de la gran migración que recorrió desde el mar Egeo hacia el Mediterráneo oriental, emparejando los distintos pueblos invasores con los pueblos mencionados en la historia y la leyenda griegas.»
El faraón Merenptah se refirió a ellos como "países extranjeros (o pueblos) de la mar" (en egipcio n3 3t.un p3 ym ) en su Gran Inscripción de Karnak.
La denominación Pueblos del Mar ha seguido siendo utilizada por todos los que escriben o investigan esta época de la Historia, aunque últimamente (2005) ha sido puesta en duda, e incluso se ha negado su existencia aventurando que dichos pueblos son una más de las «leyendas» acuñadas por los investigadores de los siglos XIX y XX.

Contexto histórico

El final de la Edad de Bronce en el Egeo se caracteriza por la incursión de pueblos migratorios y su posterior reasentamiento. 
Alzado de los barcos
utilizados

Grabado Barco Fenicio
la identidad de los Pueblos del Mar ha sido un enigma, ya que solo se dispone de registros sobre la dispersión de las civilizaciones antiguas y a la Arqueología como fuentes de información. La evidencia muestra que las identidades y los motivos de estos pueblos no eran desconocidos para los egipcios; de hecho, muchos acabaron subordinados a ellos o con relaciones diplomáticas, según los registros escritos de esos siglos.
Algunos grupos no se incluyeron en la lista egipcia de los Pueblos del Mar, sobre todo los que migraban por tierra. Entre ellos están los '.pru (Habiru) de las inscripciones egipcias, o 'apiru de las escrituras cuneiformes. Sandars utiliza el nombre análogo «pueblos de la tierra»,10 y otros historiadores incluyen a algunos pueblos, como el lukka, en ambas categorías. Grupos elegidos de guerreros de estos pueblos fueron usados por el ejército egipcio como mercenarios.

Situacion de Ugarit

Cartas de Ugarit

Algunos Pueblos del Mar aparecen mencionados en cuatro cartas encontradas en Ugarit, de las cuales las tres últimas parecen haber sido escritas en un período inminente a la destrucción de la ciudad, que tuvo lugar alrededor del 1175 a.C. Las cartas datan por lo tanto de los períodos más tempranos del siglo XII a. C. El último rey de Ugarit, quien toma la palabra en parte de ellas, era de nombre Ammurapi (o Hammurabi), y de acuerdo con lo que se desprende de su correspondencia, era un hombre significativamente joven.
Ruinas de la Ciudad de Ugarit


La primera carta (RS 34.129) fue enviada por el Gran Rey de los hititas, Shubiluliuma II, al prefecto de la ciudad. Le comenta que había ordenado al rey de Ugarit, Ammurapi, que le enviara a un tal Ibnadushu para ser interrogado, pero que no había recibido respuesta del monarca. Solicita que el prefecto le envíe, y le asegura que le hará regresar.
Ibnadushu había sido secuestrado y era de un pueblo de Shikala (probablemente era un shekelesh) que vivían en los buques.
Las tres últimas cartas (RS L 1, RS RS 20.18 y 20.238) son posteriores, y pertenecían al archivo del escriba Rap'anu. Son una respuesta de Eshuwara, el gran supervisor de Alasiya, a Ammurapi sobre el informe de éste de que se había avistado una flota enmiga de 20 barcos.
Eshuwara preguntaba sobre la ubicuación de las fuerzas Ammurapi y de la flota enemiga. Por desgracia para ambos, Ugarit y Alasiya, ninguno pudo defenderse y fueron destruidos. Se ha encontrado una carta de Amurapi (RS 18,147) al rey de Alasiya, respuesta a una llamada de asistencia de este último, en la que describe la desesperada situación de Ugarit:
Padre, he aquí que los barcos del enemigo llegaron (aquí); Mis ciudades(?) fueron quemadas, y los invasores cometieron infamias en mi país. ¿No sabe acaso mi padre que todas mis tropas y carros (?) se encuentran en la Tierra de Hatti, y todos mis barcos están en la Tierra de Lukka? ... De esta manera, el país ha quedado abandonado a su suerte. Que mi padre lo sepa: los siete barcos del enemigo que vinieron aquí nos han causado enormes daños.
Ammurapi a su vez, hizo un llamamiento solicitando ayuda de Carchemish, un estado que sobrevivió al ataque de los Pueblos de Mar, pero su virrey sólo podía ofrecer algunas palabras de consejo:
En cuanto a lo que tú [Ammurapi] me has escrito: «¡Los buques del enemigo han sido vistos en el mar!" Bien, debes permanecer firme. Por cierto, por tu parte, ¿dónde están tus tropas, tus carros posicionados? ¿No están posicionados cerca de ti? ¿No? ¿Detrás del enemigo, quién te presiona? Rodea tus ciudades con murallas. Haz que tus tropas y carros entren allí, y espera al enemigo con gran resolución!


El Mediterráneo Oriental de los siglos XII y XIII a.C.
Existen muy pocos vestigios arqueológicos que nos permitan determinar con exactitud los convulsos sucesos que tuvieron lugar en todo el Mediterráneo (especialmente en su parte Oriental) durante el final de la Edad de Bronce, más concretamente en el período comprendido entre los siglos XII y XIII a.C. (se cree que hacia el 1.240 – 1.200 a.C.). Muchos se preguntarán cómo es posible entonces que tan siquiera sepamos que algo fuera de lo común, sucedió en esa época. Sencillamente, porque a pesar de todo, existen los suficientes vestigios como para que podamos determinar (o casi) lo que pasó.

En aquel período, existían dos centros de poder claramente definidos: por un lado el Imperio Hitita, establecido en la región central de la península de Anatolia (actual Turquía) desde el siglo XVIII a.C. y extendido por las regiones aledañas, dominando todo el noroeste deSiria (hasta Ugarit) y la zona septentrional de Mesopotamia. Era un pueblo poderoso, constituido por diferentes estados vasallos (se cree que hasta veintidós) y fueron los pioneros de la Edad de Hierro, demostrando gran habilidad en la manufactura de este metal.
En el lado opuesto nos encontramos con Egipto, ya en aquella época un imperio ancestral (y es que su primera dinastía de faraones consiguió unificar el Alto y Bajo Egipto hacia el 3.050 a.C.), anclado todavía en la Edad de Bronce y que en aquellos momentos se extendía prácticamente hasta las fronteras del Imperio Hitita en Siria.

El imperialismo hitita se había caracterizado por su interés de conquista permanente de las ciudades-estado de Siria, entre las que se encontraban algunas vasallas de Egipto como Kadesh, Amurru (cuyo gobernador era egipcio) o Ugarit. Y obviamente, esto entraba en conflicto con Egipto, que veía como clara amenaza de su imperio a los hititas, máxime cuando poco después éstos decidieron avanzar hasta alcanzar la zona de Damasco, en plena área de influencia egipcia. Pero se intentaron suavizar las cosas tratando de casar a un miembro femenino de la familia real egipcia con el hijo del soberano hitita. Sin embargo, éste fue asesinado a su llegada a Egipto.
Obviamente, este tipo de situaciones no provocaba más que una creciente fricción que no tardaría en hacer saltar chispas: apenas llegó al trono Ramsés II (1.279 a.C. – 1.213 a.C.), decidió recuperar Kadesh y de paso poner freno a una hipotética contraofensiva hitita. Se produjo de ese modo la batalla homónima, cuyo resultado  actualmente se considera que fue un empate técnico, si bien cada uno de los contendientes lo vio como una victoria propia (tal y como han dejado constancia diferentes inscripciones egipcias e hititas). El caso es que, de una forma u otra, poco después se selló la paz y hoy se puede intuir que el motivo que obligó a tal acuerdo era que los hititas temían la creciente expansión de Asiria, un poderoso imperio que se estaba forjando al norte de la región de Mesopotamia. Con la paz firmada y de momento, Ramsés II olvidaba sus pretensiones de ampliar aún más su imperio.

Los barcos de los pueblos del mar fueron emboscados y vueltos al revés con hierros grapadores. A muchos se les tomaron prisioneros, como por ejemplo los Filisteos que fueron reubicados después en Palestina, cuyo nombre proviene de ellos.

Los orígenes de la crisis. Colapso del Imperio Hitita.
Todos los sucesos anteriormente expuestos, fueron parte del detonante de una crisis que debió iniciarse hacia el 1.240 a.C., cuando el Imperio Hitita perdió el control sobre las minas de cobre que estaban localizadas al este de la península de Anatolia en favor del cada vez más pujante poder del Imperio Asirio. Pero la reacción del rey hititaTudhaliya IV fue implacable: por un lado, se aseguró el suministro de cobre apoderándose de la isla de Chipre, rica en este metal: un documento hitita de época posterior, hace referencia a esa conquista por parte de Tudhaliya IV, llevada a cabo seguramente con la ayuda de sus vasallos costeros. Por otro lado, estableció un embargo mercantil contra Asiria, el cual es bien conocido por el tratado acordado con el rey Shaushgamuwa de Amurru(actual Siria) y vasallo de los hititas. A dicho gobernante también se le insta a bloquear el comercio con los barcos de Ahhiyawa o aqueos, ya fuesen todos los micénicos o solamente los de la región colonizada por estos en las costas de la Anatolia suroccidental y las islas vecinas. Si Tudhaliya IV consideraba a los micénicos como enemigos, es deducible que también prohibiese a otros pueblos costeros, vasallos suyos, comerciar con los aqueos.
El hierro se emplea por primera vez en el Indostán, Mesopotamia y mesetas del Asia Menor en el s.–XXIII, en progresiva sustitución del cobre en la fabricación de aquellos utensilios en los que importa más la dureza que la forma, como en cuchillos y armas. Hasta el s.–XVI los hititas no descubren en Anatolia la fundición del hierro, y el poderío de este pueblo, una comunidad marginal en todas las demás actividades, estuvo fundado en él, utilizándolo en sus conquistas y vendiéndolo a peso de oro en mercados, mercadillos y grandes superficies.
Pero decir "a peso de oro" es decir poco. Para hacernos una idea: los hititas poseían una unidad de peso para los minerales, llamada ‘mina’ ―y origen de la denominación de las minas o yacimientos minerales―, equivalente a 505 gramos; y en sus transacciones el valor atribuido a los metales era el siguiente: 1 mina de hierro = 5 minas de oro = 40 minas de plata = 2.400 minas de cobre.
El embargo, efectivo desde la dominación hitita de Chipre (isla que vertebraba las rutas de navegación del este del Mediterráneo), provocó un período de escasez de bienes importados, como la cerámica griega, en las costas adyacentes a la isla chipriota en las últimas décadas del S.XIII a.C. Otro efecto inmediato fue el aumento de la inseguridad de aquellas rutas comerciales marítimas, con lo que los micénicos entraron en un período de decadencia, ya que la base de su crecimiento económico era el comercio.

El bloqueo fue también la causa, por otro lado, de que las exportaciones de cobre de Chipre hacia Grecia se vieran profundamente trastocadas, con lo que ya tenemos una suma de factores que desencadenaron el colapso de la economía griega de la época, provocándose conflictos internos en toda la Hélade que desembocaron en la fortificación de muchos palacios y asentamientos micénicos (corroborado por la arqueología). Estas guerras internas acabaron con ciudades enteras, como Pilos, o provocando su abandono, como Orcómenos, iniciándose una migración de los habitantes de dichas ciudades.



Al mismo tiempo, diferentes contingentes micénicos se dedicaron a realizar grandes expediciones piráticas en respuesta a la ruina que les había provocado el bloqueo deshaciendo sus rutas comerciales. Entre estas expediciones se encuentra la invasión de Chipre, en alianza con un rebelde anatolio llamado Madduwatta, así como un ataque de grandes proporciones sobre Egipto (durante el reinado de Merneptah, hacia el 1.230 a.C.).
Está claro que la intención de los micénicos era burlar e incluso romper el bloqueo comercial, llegándose a instalar en la ciudad cananea de Tell Abu Hawan (Haifa, Israel). Los hititas respondieron de forma inmediata y en poco tiempo recuperaron Chipre. Pero la mecha que provocaría el caos, ya estaba prendida.

En el cambio de siglo, los griegos ya habrían resuelto de forma temporal sus enfrentamientos internos, pudiendo iniciar una campaña de recuperación de las rutas e intereses comerciales que dominaban con anterioridad. El principal objetivo era de nuevo Chipre, como sabemos ocupada por los hititas, sin descartarse la ciudad de Troya, cuya privilegiada ubicación permitía a los troyanos controlar las rutas comerciales con el Mar Negro, así como otros lugares de Anatolia.

Los micénicos iniciaron la invasión de Chipre por el oeste, logrando conquistarla por entero hacia el 1.200 a.C. Pero el control de la isla dependía directamente de dominar las zonas aledañas, con lo que se conquistó Ugarit yTarso, ciudad esta situada en la encrucijada de varias rutas comerciales que enlazaban el sur de la península de Anatolia con Siria. Gracias a una certera campaña de expansión, también pasaron a controlar las regiones circundantes de Pisidia, Cilicia y Siria noroccidental y acabaron con Troya, si bien no del modo que conocemos por la tradición griega (la Ilíada, denominada así porque el nombre griego de Troya era Ilión) ya que la arqueología reciente sostiene otras teorías que no vienen al caso.
La táctica seguida por los micénicos fue muy inteligente, pues sabiéndose con un potencial inferior (como ejército) a los hititas, fomentaron el conflicto entre el imperio de Hatti y sus estados vasallos, que se apoyaron entre sí frente a la causa común. Esto, unido a nuevas evidencias obtenidas de diferentes textos, permite asumir que el Imperio Hitita experimentó severas presiones tanto políticas como militares y económicas, fomentando el descontento interno y dando pie a un estado de sitio prácticamente permanente. Así, se desencadenó lo inevitable: el colapso económico y la consecuente migración de miles de civiles, desplazados de su lugar de origen a fin de buscar mejores condiciones de vida (eso se supone, ya que como veremos a posteriori, existe otra teoría al respecto).
Tengamos en cuenta que el Imperio Hitita ocupaba una enorme extensión para la época, con lo que el flujo de refugiados era desmesurado, acabando casi todos ellos en diferentes campamentos de la región de Amurru (veremos más adelante que estos campamentos, según otra teoría, no eran de refugiados). Entre estos refugiados se encontraban los Peleset, Denyen, Weshesh… los que a posteriori conoceríamos como los Pueblos del Mar. La táctica micénica había dado sus frutos, ya que fue una de las causas directas del colapso del Imperio Hitita.
Y a partir de ese momento se produce el efecto dominó: las ciudades y estados vasallos de los hititas, se veían beneficiados por la desintegración del imperio que les dominaba y tratan por todos los medios de mantener su autonomía, alejada de cualquier otra subyugación a intereses externos. 
Acaba de llegar el momento de los Pueblos del Mar.
Pero, ¿quiénes eran estos Pueblos del Mar y por qué hostigaban de tal manera a los países circundantes? A día de hoy, se identifican como Pueblos del Mar al siguiente grupo heterogéneo de diferentes pueblos:



   
- Los Shardana o Sherden, de los que poco se sabe en la actualidad, ya que no existe ninguna mención sobre ellos en los documentos o leyendas orales hititas y griegas. Por ello, se supone que su origen no pertenece a la esfera de influencia territorial de cualquiera de estos dos pueblos. Algunas teorías recientes, basadas en excavaciones norteamericanas, confirmarían que procedían de Jonia, zona situada en la costa occidental–central de la península de Anatolia, si bien debido al empuje del expansionismo hitita, primero se vieron obligados a desplazarse hacia las islas más próximas en el Egeo (como Chios) y posteriormente, tras la derrota de los Pueblos del Mar frente a Ramsés III, más hacia el oeste, llegando hasta las costas de Sardinia (Cerdeña). Y es que recientes estudios genéticos (Proyecto Genoma Humano) entre los habitantes de esta isla mediterránea, han confirmado la presencia, entre la población de algunas zonas de Cerdeña, de elementos comunes con determinados pueblos de Anatolia (conocidos como y-haplogrupos G e I). Se plantean dos peros a esta teoría sarda: por un lado, las armas y armaduras similares a las empleadas por los Shardana que han aparecido en Cerdeña, lo hacen en estratos correspondientes a unos cientos de años posteriores al período de los Pueblos del Mar. Por otro lado, si los Shardana se desplazaron hacia el Mediterráneo Occidental con posterioridad, tal y como se postula actualmente, con los grupos fenicios y primitivos etruscos (alrededor del siglo IV a.C.), nos encontramos con el problema de que no se pueden ubicar físicamente en lugar alguno entre el período de los Pueblos del Mar y su eventual aparición en Cerdeña.
- Los Lukka son mencionados con frecuencia por los textos hititas del II milenio a.C. y según parece, estaban asentados en la región suroccidental de Anatolia, denominada Licia. Para los hititas, este pueblo era muy hostil y nunca pudieron llegar a someter la totalidad de su territorio. De hecho, entre las filas hititas se encontraba un numeroso contingente de soldados pertenecientes a este pueblo, famosos por su fiereza, que combatieron contra Ramsés II en la batalla de Kadesh. Tan sólo un siglo después se enfrentaban a los propios hititas, encontrándose entre aquellos que acabaron con el imperio de Hatti.
- Los Ekwesh o Akawasha se cree que podrían ser los Ahhiyawa según la denominación hitita, o lo que es lo mismo, los Aqueos micénicos. En una misiva denominada Carta Tawagalanda, escrita por un desconocido rey hitita al rey de Ahhiyawa, trataba a éste como un igual y le indicaba que Millawanda (la posterior ciudad griega de Mileto) estaba bajo su control.
- Los Teresh o Tursha serían los Tirrenos, un término empleado por los griegos para referirse a aquellos no griegos. Actualmente se considera que fue el pueblo que dio lugar a los Etruscos (al menos parcialmente) y que terminaron por imponerse sobre la cultura primigenia itálica denominada Cultura de Villanova. El origen concreto de los Teresh se situaría en la zona de Lidia (al oeste de Anatolia) y confirmaría esta teoría el hecho de que el propio Heródoto mencionaba como tal el origen del mítico pueblo etrusco.
- Los Shekelesh son otro de los Pueblos del Mar de los que menos información se dispone. Se les menciona en textos como los Anales de Ramsés III y en algunos textos ugaríticos, así como en la Estela de Kom el-Ahmar, perteneciente al reinado del faraón Merneptah, donde se detalla que estaban aliados con los libios a fin de invadir Egipto por su margen occidental. Sabemos, por ejemplo, como iba ataviado un soldado Shekelesh a la batalla, tal y como consta en los Anales de Ramsés III: “De entre todos, los Shekelesh y los Teresh vestían turbante y lucían un medallón en sus pezones, portando dos lanzas y un escudo redondo”. Se cree (Redford, 1992) que procedían de Sagalassos en Pisidia, si bien algunas fuentes consideran que procedían de la isla de Sicilia, basándose en el hecho de que cuando arribaron los griegos en el siglo VIII a.C. a la isla, encontraron a un grupo poblacional denominado Sikels, que inmediatamente relacionaron con aquellos (Sandars, 1985).
- Los Peleset eran conocidos por los egipcios como Prst y se les identifica, casi con total seguridad, como el pueblo de los Filisteos. La gran mayoría de autores y expertos, concluye que los filisteos no era un pueblo originario del lugar en que se establecieron, la zona de Palestina (que le debe a ellos su nombre) y se cree que procedían de la isla de Creta y otras islas del Egeo. Los filisteos ocuparon las cinco ciudades más importantes de la franja costera de la actual Palestina (en aquella época Canaán): Gaza, Ascalón, Ashdod, Ekron y Gath, todas ellas estando bajo el poder de Egipto. Son conocidas todas las referencias bíblicas sobre los conflictos entre israelíes y filisteos: la de Sansón, Samuel o la del rey David en su lucha contra Goliat, que era filisteo y de la ciudad de Gath. De hecho, la descripción que nos da la Biblia sobre la armadura de hierro de Goliat, se adecua perfectamente a la técnica del hierro forjado, conocimiento monopolizado por este pueblo y seguramente adquirido durante sus conquistas en Anatolia.
- Los Tjeker siguen, a día de hoy, teniendo un origen incierto. Se ha sugerido una posible conexión lingüística con los Teucri, una antigua tribu que habitaba desde el noroeste de Anatolia hasta el sur de la ciudad de Troya. Por otro lado, una teoría muy reciente expuesta por Elmar Edel, identifica a los Tjeker con los Shekelesh, basándose en el hallazgo de una carta encontrada en Ugarit; según Elmar Edel, el ugarítico sh era equivalente al egipcio t, con lo que Shekelesh se podría leer como Tekelet, término muy similar a Tjeker. Pero aún existe otra teoría, propuesta ya por Estrabón, que sitúa el origen de este pueblo (al que denominaba Teukroi) en Creta, de donde salieron en busca de un nuevo hogar impulsados por los designios de un oráculo, que les llevó a instalarse en la villa de Chryse, cuya localización es desconocida aunque se sabe que pertenecía a la provincia de Hamaxa, famosa por sus salinas y ubicada en Ayvacık, actual provincia de Çanakkale en Turquía. Una vez que formaron parte de los Pueblos del Mar, conquistaron la ciudad estado de Dor (muy cerca de la actual Haifa), en la costa de Canaán, lugar en que se asentaron.
- Los Denyen son comúnmente identificados como los Adana de Cilicia, pueblo que se asentó en aquel lugar de la península de Anatolia durante el Imperio Hitita. Gran parte de los expertos en temas bíblicos sugieren que fueron el origen de la Tribu de Dan (una de las Doce Tribus de Israel) y en base a esta tradición, sugieren que se asentaron con su buques entre Ekron y Joppa. Sin embargo, otras teorías sugieren que fueron obligados a desplazarse a otros lugares por los Filisteos, con lo que habrían llegado a conquistar la ciudad de Laish, según la Biblia la ciudad más septentrional del Reino de Israel. Actualmente se identifica el lugar como Tel el-Qadi (para los israelíes Tel Dan). Sin embargo, etimológicamente se les identifica con los griegos Danaoi, nombre alternativo para los aqueos (o griegos). Los mitos griegos refieren al personaje mitológico Danaos, hijo de Belus, como fundador de la ciudad peloponesa de Argos.
- Los Weshesh son los que acarrean la identificación más complicada de todos. Se les ha vinculado tanto a los Wilusha hititas como con la propia ciudad de Troya, apuntando incluso algunos autores a la identificación Wilusha-Troya (Sandars,op.cti.p.58; Alvar, op.cit.p.43). Parece por tanto bastante probable que puedan ser reconocidos como un pueblo del ámbito hitita o al menos, de Asia Menor. 
La crisis de los Pueblos del Mar. La Época Oscura.
Pero, ¿cómo se vieron involucrados todos estos pueblos en la crisis que asoló el Mediterráneo Oriental en el siglo XIII a.C.? Retomando lo expuesto con anterioridad, el hostigamiento de los aqueos y de los asirios fue parte de los factores decisivos que acabaron con el Imperio Hitita, que recordemos se desmembró en diferentes ciudades-estado totalmente autónomas. Y es crucial la historia del Imperio Hitita para poder comprender a los Pueblos del Mar, debido al hecho de que todos ellos, en aquel momento, estaban asentados en la periferia septentrional de Asia Menor.

Según la gran mayoría de teorías, tal situación provocó el caos entre los países del nordeste Mediterráneo, generando inmensas migraciones poblacionales de los pueblos conocidos como “del Mar” hacia toda la franja costera oriental mediterránea. Hasta ahora, se creía que tal había sido la situación que propició que estos primeros afectados, una vez perdidas sus posesiones, emigraran en busca de un lugar que les pudiera sustentar, pirateando o buscando tierras, de ahí sus ataques tanto a Egipto como a toda la franja costera de los actuales países de Siria, Líbano e Israel.
Sin embargo, existe otra interpretación al respecto que nada tiene que ver con la masiva migración de pueblos desplazados.
Conocemos actualmente a todo este período como Época Oscura, debido a los prácticamente inexistentes registros documentales. Sin embargo, si sabemos que las ciudades-estado resultantes de la desintegración del Imperio Hitita, se fueron perfilando, poco a poco, como pequeños reinos, especialmente aquellos situados en el norte de Siria, en Cilicia y en la región central y sur de Asia Menor.


Todas estas nuevas ciudades-estado, se hallaban situadas a lo largo de rutas comerciales, con lo que controlaban lugares imprescindibles para el comercio, como puertos, pasos, puentes en los ríos… Se ha podido determinar que la vida cotidiana se mantuvo tras el colapso hitita y que la influencia de estos nuevos estados fue cada vez más relevante, especialmente en casos como el de Karkemish, una ciudad situada a unos 100 Km. de la actual Alepo, en la frontera sirio-turca y que sobrevivió tanto al Imperio Hitita como a la crisis de los Pueblos del Mar (Bryce, 1998: 384) hasta varias generaciones después, cuando se disgregó en reinos más pequeños. A falta de otras evidencias arqueológicas, se puede presumir que el resto de estados neo-hititas fueron capaces de sobrevivir también a toda esta Época Oscura.
Basándose en la supervivencia de Karkemish al arrollador paso de los Pueblos del Mar, se podría cuestionar la teoría de que estos fueran del tipo nómadas-guerreros en busca de laTierra Prometida, ya que de otro modo, si es cierto que durante su avance hacia el sur, a través de todas las regiones costeras del este mediterráneo arrasaron con todo lo que encontraron, ¿como es posible que ciudades-estado como Karkemish, sobrevivieran intactas?
No se puede rebatir semejante teoría pensando en una rendición incondicional, debido a la importancia comercialKarkemish. Tampoco existe vestigio en su cultura o lenguaje que indique una nueva presencia o asentamiento de extranjeros en la región que nos pudiera hacer pensar que fuera dominada por otros desde que el Imperio Hitita fuera preponderante.

Sin embargo, habría una forma de explicar el hecho de aparecieran estados neo-hititas que permanecieron intactos al paso de los Pueblos del Mar: se respetó su prosperidad y no fueron atacados porque no hubo invasores
Recordemos que el Imperio Hitita había estado constituido siempre por una frágil coalición de estados vasallos, que únicamente se habían dedicado a sobrevivir bajo su yugo. Pero la instigación aquea, espoleó su independentismo y propició la situación que ya conocemos: el apoyo mutuo entre estas ciudades-estado acabó (entre otros factores) con el Imperio Hitita, pero propiciando la supervivencia de los estados neo-hititas.
Las que hasta la fecha se han considerado migraciones masivas por la franja costera oriental mediterránea, incluyéndose ataques sobre Egipto, responderían, según esta teoría, a la asunción de los recién creados estados neo-hititas, de su fragilidad ante el poderoso Imperio Egipcio, que ansiaba recuperar, desde tiempos de Ramsés II, su influencia en aquella zona. Máxime cuando Ramsés III conquistó Amurru en el quinto año de su reinado (1.179 a.C.), debido a dos razones: primero, que siempre había sido un foco de actividades rebeldes contra Egipto; segundo, al controlar Amurru, se pacificaba la región con el objetivo de dirigirse al norte. Obviamente, sin el Imperio Hitita en el norte compensando el poder egipcio, era cuestión de tiempo que Egipto se apoderara de la región.

Por ello, los estados neo-hititas se coaligaron y movilizaron mientras aún se encontraban unidos por un fin común: su libertad. Habiendo tomado conciencia de su situación, pasaron al ataque, creando un poderoso ejército que se enfrentó a Egipto, anticipándose de ese modo a las pretensiones egipcias.
En el templo mortuorio de Ramsés III de Medinet Habu, hay unas inscripciones en que se describe un ataque masivo contra las fronteras de Egipto. Según estas, la coalición que inició el ataque estaba formada por losPeleset, Tjeker, Denyen y Weshesh. Para los estados neo-hititas, dicho ataque contra Egipto debía contar con una serie de factores a su favor si deseaban que tuviera éxito: el primero de ellos era compensar su número de fuerzas con el de los egipcios.
La humanidad tardo 200, 300, o 400  años para que las cosas se volvieran a estabilizar, homero siendo ya un hombre mayor en el siglo VIII visito las ruinas de ILION y atestiguo el conflicto en su obra épica de la Ilíada. Durante esa edad oscura Se fundaron nuevas ciudades, surgieron nuevos reinos, y nuevos imperios. El único que logro sobrevivir tal cual era fue Egipto. Ya que los egipcios comandados por Ramsés III vencieron a los invasores. Con lo cual muchos se asentaron. Tal fue el caso de los peleset, que fundarían la pentápolis Filistea.
Para ello era imprescindible el apoyo de la población local y eso en principio era fácil de conseguir debido al duro trato que los egipcios dispensaban a los nativos de las tierras que ocupaban o sometían a su domino, con lo que los elementos propagandísticos se convirtieron en la mejor arma neo-hitita, algo perfectamente evidente entre los miembros de los Pueblos del Mar residentes en Amurru, que ya conocemos por ser uno de los focos rebeldes para los egipcios. 
Esta misma ciudad fue la elegida para provocar un golpe de efecto, ya que fue liberada de los egipcios en un claro acto simbólico contra el poder establecido por la fuerza. De hecho, los campamentos que se ubicaron en Amurru y que se piensan eran de refugiados que huían del caos del momento (mencionado con anterioridad como parte de la otra teoría más extendida sobre los Pueblos del Mar) habrían correspondido, por el contrario, a la concentración del ejército que pensaba pasar a la acción contra Egipto. De hecho, en todas las inscripciones y fuentes que puedan existir al respecto, únicamente se menciona dicho campamento y ningún otro en cualquier otro lugar. Tal era la importancia de esa región en la campaña que se iba a llevar a cabo.
Hacia Egipto

Las inscripciones en las paredes del templo de Medinet Habu, nos ilustran claramente al respecto del éxito conseguido por los Pueblos del Mar en la obtención de apoyo popular para su causa: “Vinieron con el fuego prendido, hacia Egipto”. 


Esta metáfora (Breasted, 2001:37-39: secciones 64-66) nos estaría indicando que la subversión había tenido éxito previamente al avance definitivo. Ahora bien, cabría pensar que es una interpretación un poco libre y pretenciosa de una simple línea inscrita en el templo egipcio. Sin embargo, parece corroborar toda la teoría otra inscripción en el mismo lugar:
 Me había apropiado de sus tierras, de sus fronteras, forzándoles a dejar sus asentamientos, sus tierras

De este modo, y hasta el momento, la teoría encaja: el primero de los factores necesarios para lograr el éxito, se había conseguido y además parece claro que al anexionarseRamsés III los territorios asiáticos, sus habitantes vivían en el lugar. Por tanto no eran refugiados, con lo que se desacreditaría la teoría del avance de gente desesperada en busca de tierras.

El avance de los Pueblos del Mar no fue fulminante ni único (hubo varias batallas), tal y como se desprende de los grabados de Medinet Habu
se ve a grupos de gente caminando, con carros tirados por bueyes idénticos a los actualmente empleados en la zona Siria (lo que demuestra el origen norteño) con sus familias (una costumbre enraizada entre los pueblos de esa zona)… Parece obvio que si trataban de ganar adeptos a su causa a medida que viajaban, lo hicieran despacio. Y es que las inscripciones de Medinet Habu ilustran claramente que esos grupos se tomaron su tiempo en su viaje hacia Egipto y se hace una perfecta descripción cultural sobre los orígenes norteños de estos.
Debemos aclarar que según la información extraída de Medinet Habu, Egipto tuvo que sufrir cuatro guerras contra diversos pueblos durante el reinado de Ramsés III. En el año 5 de su reinado, el ejército egipcio combatió en laPrimera Guerra Libia contra tribus que venían del oeste, las cuales pudieron estar apoyadas por algún contingente de los Pueblos del Mar. En el año 8 tuvo lugar la llamada Guerra del Norte, en la que los egipcios se enfrentaron con una coalición de Pueblos del Mar en dos batallas. Hubo una batalla naval en la desembocadura del Nilo, y una batalla terrestre en un lugar de Canaán llamado Zahi, hacia el nordeste. El año 11 es la fecha de la Segunda Guerra Libia. Y finalmente, los egipcios realizaron una campaña (o una serie de campañas) en el Levante contra pueblos asiáticos y Pueblos del Mar que se estaban asentando en esas tierras.
En la Guerra del Norte sabemos que, mientras que por tierra viajaba gran parte del contingente armado, otra parte lo hacía por mar. Ramsés III obviamente estaba preparado, ya que la movilización de semejante tropa y el ritmo que llevaba era como para que no pasara desapercibida. El faraón había ocultado a su fuerza naval en la desembocadura del Nilo y provocó una primera escaramuza en la frontera de Palestina. Pero la batalla final, se originó según un orden perfectamente planificado:
1.       en un primer momento, un grupo de los Pueblos del Mar se infiltró en Egipto a fin de preparar la invasión, si bien fueron cogidos por sorpresa y repelidos.
2.       un segundo contingente, totalmente naval, invadió Egipto desde el mar, teniendo lugar la Batalla del Nilo, donde fueron masacrados por los egipcios que les estaban esperando.
3.       el tercer grupo llegó por tierra apoyado por una fuerza naval que navegaba en paralelo a ellos. Esta fuerza armada terrestre fue atacada al llegar a la frontera egipcia, teniendo lugar la batalla en la ciudad de Zahi
Esta incursión fue un desastre para los Pueblos del Mar. Sin embargo, Egipto sabía que aquella poderosa coalición compensaba el poderío del defenestrado Imperio Hitita, con lo que, en cierto modo, permitió el asentamiento de diversos grupos de Pueblos del Mar en la zona del Levante, aunque de vez en cuando hubiera batallas y escaramuzas. Al menos, tenía controlados a sus enemigos y daba por cerrada una crisis que había revuelto los cimientos de la Historia.

V Dinastía de Babilonia o II Dinastía del País del Mar. (1024-1004 a.C.)



La II Dinastía del País del Mar reinó en Babilonia desde 1024 a 1004 a.C., formando la V Dinastía de Babilonia, poco importante.



Simbar-Shipak (1024-1007 a.C.), príncipe del vecino País del Mar, se instala en Babilonia y funda su V Dinastía. Reconstruye y restaura los antiguos cultos. Con sus sucesores Ea-Mukin-zeri (1007 a.C.) y Kashshu-nadin-ahi(1006-1004 a.C.) hubo una gran carestía.


Eulmash-sharki-shumi (1003-987 a.C.) fue el último rey de esta II Dinastía del País del Mar. Los nombres casitas de los primeros reyes de esta Dinastía hacen pensar que se trataba de descendientes de los casitas, refugiados en el extremo sur del país ante el avance elamita.


Tras las incursiones de los Pueblos del Mar en el s. XII que transformaron todo el panorama político, se produjo un vacío de poder en la Baja Mesopotamia debido a la desaparición de las fuerzas dominantes anteriores: el Imperio Hitita y el Reino Nuevo egipcio, siendo aprovechado por Asiria y Elam para lanzar sus incursiones.



Las siguientes Dinastías de Babilonia se caracterizan por ser un período de decadencia continua. A la V Dinastía le siguen:

  1. -  1003-984 a.C.: VI Dinastía o Dinastía de Buzi.
  2. -  984-977 a.C.: VII Dinastía o Dinastía Elamita.
  3. -  977-732 a.C.: VIII D. O dinastía E?


El pueblo continuaba sus actividades sin importarle mucho el dominio político, en constante cambio. Los asentamientos arameos cercanos a las ciudades los separaban un poco de la realidad. Babilonia era una suma de propiedades aisladas que se organizaban en una autonomía autóctona de régimen señorial.



El primer rey de la Dinastía IX, Nabu-Mu-Kinzeri (731-729 a.C.), se acerca a Asiria para asegurar el comercio frente a los arameos.

Tras el gran y profundo TÚNEL del que acabamos de salir en  la etapa de las invasiones de estos pueblos del mar, cuya oscuridad, ha quedado mas que patente y  ya no solo por la diversidad de interpretaciones sino también porque no hemos contado, hoy por hoy,  con  fuentes suficientemente sólidas para ello y a lo que se suma ademas que a consecuencia de esto último, cada historiador llama a los pueblos secundarios en esta etapa,de un modo distinto y que además, inculpa o exculpa al pueblo Hitita de su hegemonía y con ella su culpabilidad para   la batalla campal , nunca mejor dicho, que estas civilizaciones sufrieron: Mesopotamia, Egipto, Grecia y otros pueblos que, si no tan importantes, sí existentes y  también a tener en  cuenta en tal historia y en su particular  "des-historia". 
De ahí que se la conozca, a esta etapa, como la Época o Etapa Oscura, abarcando a todos estos pueblos a la vez, unos persistieron, otros desaparecieron y otros como el caso de Mesopotamia se sostuvo de manera endeble y temblorosa. Mesopotamia seguirá existiendo pero ya no lo hará como antaño, su imperio se va desmoronando paulatinamente hasta su final inevitale, triste y cruel.
Pasamos a los CASITAS pueblo que tuvo un papel importante en la Mesopotamia resultante de toda la etapa anteriormente descrita.

Hemos seguido la historia de la zona que hoy se denomina Oriente Próximo desde el año 3.000 AEC. hasta el año 2.400. La siguiente foto que obra en mi poder es de 500 años más tarde, después de la hecatombe, tras las invasiones de 1.900 AEC., cuando los indo-europeos, o pueblos del mar, se han asentado en donde han querido. Este hecho ha trastocado todos los equilibrios a que se había llegado. Recuérdese que es hacia 1.900 cuando aparecen en escena. Los hititas ocupan ya la parte central de Turquía. Los hicsos son dueños del Bajo Egipto y entre los dos ríos, una Babilonia disminuida aguanta el tipo como puede.